La jueza de Instrucción 2 de Alcalá de Henares cita a declarar a un agente del GRS de la Guardia Civil, en La Virgen del Camino Según la información facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, la jueza quiere conocer su participación en los presuntos delitos de extorsión, pertenencia a organización criminal, revelación de información privilegiada y cohecho. Por ello, estas nueve personas que, hasta ahora, quedaban al margen de la investigación –a pesar de que algunas ya hubieran prestado declaración al inicio del procedimiento–, tendrán que testificar en sede judicial los días 11, 12 y 19 de julio.
Esta ampliación de investigados la desvelaba este miércoles el diario El País que detallaba que, además del guardia civil de La Virgen (que se suma al coronel, a un militar del Ferral del Bernesga y a un civil investigados en León), entre estos nueve más hay un funcionario civil del Ministerio de Defensa que estaría vinculado a un plan para transportar 11 millones de euros de procedencia desconocida; un civil con antecedentes por narcotráfrico que habría comprado al coronel Rodolfo Sanz datos reservados; un empresario de Benavente al que se relaciona con la presunta violencia ejercida por la organización para cobrar deudas, o un constructor segoviano que habría comprado una pistola a la red.
El coronel de la Guardia Civil Rodolfo Sanz Sánchez, conocido en su círculo como Rudolf y fuera de él como ‘el nazi’, fue detenido el 25 de mayo de 2015 en Madrid, aunque su residencia estaba en el acuartelamiento leonés, donde estaba destinado en comisión de servicio.
Se le acusa de ser el ‘número dos’ de una presunta trama de tráfico de armamento que vendía a la extrema derecha en el marco de la cual se producían otras tres detenciones en la provincia de León, a dos militares y un civil. El arsenal de armas y munición –que al parecer custodiaban en diversos trasteros de alquiler en Madrid– lo habrían ido formando con material suministrado principalmente por un subteniente del Ejército de Tierra en la reserva que, como Rodolfo, pasó diez meses en prisión preventiva tras las detenciones.
Al coronel se le presuponen delitos como organización criminal, tráfico y depósito de armas y municiones, tenencia de explosivos y riesgo provocado, descubrimiento y revelación de secretos, extorsión, falsificación de documentos y omisión del deber de perseguir delitos, entre otros.
Vinculación con la extrema derecha
Se sabe, porque él mismo lo contó hace un año en una entrevista con este periódico, que a Rodolfo le conocían como ‘Rudolf’; lo que él no aclara es si, como dicen, es en honor al dirigente de la Alemania nazi Rudolf Hess. Otros cuentan que le llamaban ‘El Nazi’, quizá no a la cara, pero interrogado por este asunto lo que él sostenía es que es de ideología falangista, que no nacionalsocialista, porque no es racista. De hecho, aseguraba que había sido mantener una relación con una persona de color lo que le había llevado a estar donde está, en medio de lo que consideraba una campaña contra su persona.
Rodolfo Sanz Sánchez fue detenido en Madrid, aunque su residencia estaba en León. Dentro de la misma operación, y también en León, llevaban a declarar a otras tres personas: dos militares y un civil. Éstos quedaron en libertad con cargos, pero al coronel lo llevaron a prisión, concretamente al módulo de policías del centro penitenciario de Estremera –tardó tiempo en ser trasladado a una cárcel militar–. No fue el único. En el marco de esta misma trama se producían detenciones en Galicia, Cataluña y Madrid.
Según las pesquisas, el coronel no sólo habría traficado con armas, sino que además cobró deudas con violencia e incluso asesoró a delincuentes sobre cómo huir de España. Asimismo, sostienen que Rudolf aprovechaba su condición de guardia civil para, al parecer, filtrar –principalmente a delincuentes– información sensible a las bases de datos del instituto armado a cambio de un ‘sueldo’ de entre 500 y mil euros al mes.