Los invisibles
«Es una discapacidad invisible y por eso no se entiende», explica la presidenta de la Asociación Síndrome de Asperger y TGD,s de León ASPERLE en el Bierzo, Amparo Gavela al analizar lo que supone estos trastornos que hoy buscan darse a conocer. Es un síndrome que toca a un alumno por aula según las estadísticas, aunque la agrupación berciana cuenta solo con treinta afectados, de entre 5 y 31 años, la mayoría en edades adolescentes «que es cuando más se nota». Desde 2007, cuando se creó esta agrupación, se han ido dando pasos incrementando el número de socios, aunque Gavela asegura que son pocos «cuesta hacer entender que tenemos que ser nosotros los que luchemos por los derechos de nuestros hijos», dice. Ella lo ha hecho en un momento en el que se desconocía mucho sobre este síndrome que se le diagnosticó a su hijo con 14 años y ahora tiene 31. Gavela asegura que hoy no se está dando una respuesta específica a los afectados por el mismo. Ya desde el diagnóstico que es tardío, no se resuelven sus necesidades «se les da medicación y la respuesta no es esa». Gavela apuesta por una adaptación de la educación a estos jóvenes que requieren apoyos especiales, sobre todo visuales y de gestión emocional.