¿De dónde vienen los Pokémon?

La fiebre por ‘Pokemon Go’ arrasa en medios tradicionales y redes sociales redescubriendo al gran público una saga con más de dos décadas de antigüedad y decenas de juegos y versiones

A. Cardenal
20/07/2016
 Actualizado a 19/09/2019
La serie de televisión contribuyó a aumentar la popularidad de la saga Pokémon en todo el mundo.
La serie de televisión contribuyó a aumentar la popularidad de la saga Pokémon en todo el mundo.
Estaba de parranda. El resurgir de la fiebre Pokémon ha pillado por sorpresa a más de uno, como si de repente los jóvenes (y los que no lo son tanto) hubieran enloquecido poseídos por la codicia de atraparlos a todos con un smartphone a modo de ‘pokédex’.

En los últimos años, la popularidad de otras sagas y el agotamiento de una mecánica de juego que apenas había evolucionado desde su origen le había apartado del primer plano, pero Pokémon nunca estuvo muerto. El lanzamiento de ‘Pokémon Go’ ha revivido el virus que infectó a los que fueron niños a finales de los noventa y se ha propagado a las nuevas generaciones, rejuveneciendo un fenómeno que puede parecer nuevo para el gran público, pero que tiene más de dos décadas y decenas de juegos y versiones a sus espaldas.

Entonces, ¿de dónde vienen los Pokémon? Pues de Japón, como casi todos los éxitos de la industria antes del nuevo milenio. En 1996, Game Freak lanzaba ‘Pocket Monsters Aka and Midori’, una aventura en la que el jugador tenía ante sí el reto de capturar a 151 Pokémon, cada uno con habilidades, fortalezas y debilidades distintas, que se usaban como luchadores.

Su popularidad hizo que saltarán a occidente en su versión Pokémon Rojo y Azul, lo que unido a la serie de televisión que llegó prácticamente a la par a España y la posibilidad de jugar a cualquier sitio (el juego salió para Game Boy, una consola portátil y económica) propagó su éxito.

Patios de colegios, parques o piscinas, cualquier sitio era adecuado para fomentar el intercambio de estas criaturas, algunas de las cuales se convirtieron en leyenda y parte de la cultura urbana, como Pikachu o Mew, cuya captura monopolizaba buena parte de las leyendas urbanas que pululaban antes de que Internet acabara con la magia.

El caso es que la saga demostró que la sencillez no tiene por qué estar reñida con el éxito, apostando por un sistema de combate simple (Los pokémon se dividen en clases, siendo fuertes contra unos y débiles contra otros. Los tipo agua vencen a los tipo fuego, estos a los tipo planta etc...) y dando cabida al coleccionismo de otros juegos infantiles clásicos, como los cromos o las chapas.

El resto es historia. Cada nueva versión y cada nueva remesa de pokémon agrandaba un universo que se ha extendido a la televisión, al cine y ha marcado a toda una generación. Con ‘Pokémon Go’, los jugadores han pasado de mover a su personaje por la pantalla a convertirse ellos mismos en entrenadores. ¿Podrán atraparlos a todos?
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