
Llegaron ambas en la segunda, después de una primera en la que la única llegada con cierto peligro la había protagonizado para los maragatos Javi Amor, que se encontraba con la intervención del guardameta visitante.
Estuvo bien ahí Javi, pero mejor aún en la que le sacó a Diego Peláez, que a punto estuvo de marcar otra vaselina de esas que son ya ‘marca de la casa’, pero que in extremis sacaba el portero.
Pero si Javi había sido decisivo, Reguero también lo acabó siendo. Porque el meta del Astorga evitó, con una gran parada, el tanto de Oskar Martín, con los 200 aficionados visitantes que se acercaron a La Eragudina reclamando que el balón había traspasado la línea.
Al final reparto de puntos que hacen que el Astorga no sentencie pero sí mantenga la pelota en su tejado, puesto que será segundo hagan lo que hagan los salmantinos si ganan en la última jornada a domicilio a un Villamuriel que, situado a tres puntos de la salvación, se jugará la permanencia.