El espacio de los escritores en ciernes

De la mano del profesor Cuenya se bautiza el día 16 en el Museo de la Radio la primera antología de relatos de los alumnos que han cursado con él la materia de escritura creativa

Mar Iglesias
13/06/2017
 Actualizado a 18/09/2019
Cartel de la presentación de la antología de relatos. | L.N.C.
Cartel de la presentación de la antología de relatos. | L.N.C.
Escritor por vocación y casi necesidad personal, Manuel Cuenya ha estado detrás de los cursos de escritura creativa desde sus inicios en la Universidad de León en el año 2002. Su batuta ha estado por detrás de decenas de personas «que creen que tienen algo que contar» con el fin de ser su guía para que ese encaje se materializara en el papel. Ya desde ese momento, Cuenya tenía la intención de que esos relatos que se quedaban en el trabajo de clase y que a veces hacían iluminar el aula, se publicaran «había pensado en una autoedición, pero al final ha sido una editorial».

Cuenya comenzó enseñando a escribir desde la extinta Escuela de Cine del campus berciano, con la asignatura de guión. Cuando aquellos estudios universitarios se desmembraron no quiso dejar huérfanos de estos ciclos a los alumnos y comenzó con los cursos sobre composición de relatos en 2010, con tres niveles distintos, de iniciación, medio y avanzado. Desde entonces, reconoce que la evolución ha sido notable en los mismos y cada vez son más los que piden formar parte de los cursos, que ofrece tanto en León como en Ponferrada.

Son treinta horas lectivasen León, aunque se duplican en Ponferrada, con un máximo de alumnos de unos 15, con el fin de que la dinámica del trabajo esté preservada. Los alumnos trabajan sobre textos y, en niveles iniciales van conociendo la estructura que tiene el relato, algo que muchos no conocían «se trabaja mucho la práctica desde el principio. Se les pone modelos y se habla de la estructura, de desde qué punto de vista se debe contar la historia, cómo se construye el conflicto y los personajes, el tiempo...», explica Cuenya. Ese es el principio para comenzar a escribir y conseguir la libertad para sentirse cómodo, cada uno, al calzarse sus propias letras.

«Es gente a la que le entusiasma la escritura. Luego eso se traduce en talento y en sus ganas». En los niveles avanzados se va definiendo quién se engancha definitivamente a escribir y quien se desfonda.
Cuando se ponen en manos de Cuenya, los futuros escritores necesitan «sobre todo modelos», dice el maestro «sin ellos no puedes ser escritor. La gente descubre que hay que entrenar para escribir y eso les gusta». Son escritores de todas las edades y perfiles, incluso alguno ya ha publicado algo. Llegan con la idea de «contar algo, aunque ven que no es tan fácil». Los cursos les dan las herramienta y la concienciación de que «la metodología es clave. Primero tienen que tener las herramientas y después ellos pueden contar su historia». Y sus historias son 18, de otros tantos escritores, que ahora se unen en la antología, pero que muchos ya se vieron en las páginas de verano de este periódico, notando el primer sabor de verse publicados. La temática toca todos los frentes, incluso el erotismo y el terror y coinciden «en que tienen un método. No quiero que se lancen sin más».

Cuenya reconoce que son las mujeres las que más llenan las clases y eso le congratula, sobre todo porque históricamente no siempre tuvieron la oportunidad de llegar a poner su nombre en la autoría de los libros. La calidad de los trabajos está asegurada, porque el tamiz de Cuenya ha servido para sacar un elenco de trabajos con mensaje yenjundia que puedan dejar vivo el pálpito para leer cosas nuevas de esos autores.

De hecho Cuenya espera que a esta antología le sigan otras y ya tiene alguna oferta para colaborar en futuras publicaciones. Eso, asegura que le entusiasma cada vez más, porque sus alumnos escalan y los ve subirse al podio de los premiados «eso te da mucha satisfacción» y vuelven a su lado para agradecerle que haya sido él quien les cogiera las manos para dar vida a sus primeros pasos literarios.

La antología
ya tiene forma y el día 16 se presentará en el Museo de la Radio de Ponferrada, a partir de las 19:30 horas.  Más tarde, el 20 de junio, habrá otra presentación del trabajo en El Albeitar de León, a partir de las 20:15.

Este verano, La Nueva Crónica volverá a poner papel a los relatos de los estudiantes de escritura creativa que avanzan, como escritores en ciernes, al paso que les marca Manuel Cuenya.

La faceta del teatro

Además de la escritura, la segunda pasión de Cuenya está detrás de las cortinas del teatro. Con los alumnos de la Universidad de la Experiencia de Ponferrada lo trabaja adaptando obras clásicas como ‘Luces de Bohemia’ que el próximo día 15 se interpretará en los salones delCentro cultural Río Selmo de Ponferrada a partir de las 20 horas.
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