"Es como convivir con un muerto"

"Creo que inauguramos en el marco más adecuado. El proyecto salió de aquí, de este Valle de Sabero, y regresa aquí como una exposición que propone un diálogo con la memoria". Son palabras del artista barcelonés Eduardo Valderrey este viernes en la inauguración de la muestra ‘Disurbia’, en el Museo de la Siderurgia y la Minería de Sabero.

También es un viaje a la memoria del propio autor, descendiente de este valle que fue minero y que ahora está sembrado de  viejos edificios industriales y mineros abandonados, que son los protagonistas de este proyecto que está integrado por "una serie de foto-esculturas y una video-instalación sobre arquitecturas de ocupación, basadas en la relación entre la identidad, los entornos de la memoria y los procesos de desindustrialización de las antiguas instalaciones mineras situadas en este valle de Sabero: Sahelices, Olleros, Sotillos y  Vegamediana forman la gran columna vertebral de un desordenado grupo  de instalaciones abandonadas que dan testimonio de un irrevocable proceso de abandono de las cuencas mineras del norte de la península debido a la progresiva y futura reestructuración del sector".

Vegamediana, el poblado minero abandonado, es el gran ejemplo del abandono y el olvido, de la degradación que impone el tiempo y la desidia, "hoy ya son solamente viejas estructuras que se van derrumbando, esqueletos. Es como convivir con un muerto", señala Valderrey de una manera muy gráfica, recordando que el poblado "formaba parte de un gran entramado minero siderúrgico que ocupa la totalidad del Valle de Sabero".

Edificios industriales que hoy ya son viejas estructuras abandonadas, esqueletos, es como convivir con la muerte En este diálogo con la memoria Eduardo Valderrey explica que hay tres lineas maestras:"La primera es el propio valle minero y su historia, ya que esta cuenca minera de hulla fue la primera en ser explotada en la provincia de León;un segundo eje es la figura de uno de los fundadores de la ferrería, Tomás Allende y otros capitalistas y empresarios Vascos creadores también del Banco de Bilbao, que también tiene muy cerca las ruinas de su historia, en el palacio abandonado de Burón;y el tercero está en Barcelona, donde vivo, y allí utilizo un edificio abandonado que ha sido adquirido por Zara". Una serie que pone de manifiesto la falta de oportunidades económicas que provoca la despoblación de las zonas rurales con escasas posibilidades de desarrollo y la descapitalización de los recursos humanos, naturales y laborales.

Este proyecto arrancó de aquí, pues yo desciendo de este valle de Sabero, y ahora regresa a su marco natural Un diálogo abierto con una vieja historia, que arranca en 1892, cuando se constituye como empresa Hulleras de Sabero y Anexas, con sede en Bilbao, que pertenecería durante años al ferrocarril (el Hullero) que transportaría el carbón del valle hacia los Altos Hornos de Vizcaya, donde serviría como combustible para las grandes acerías. Un recorrido con miradas cómplices a una clase obrera que sufrió durante años unas condiciones de trabajo infrahumanas. La posguerra dibujo un tiempo gris, de emigración, miseria y hambre. Cientos de recién llegados de otras regiones, ocupaban barracones y chamizos para trabajar en la mina. La dureza del trabajo daba sueldos miserables; con frecuentes accidentes por derrumbes o explosiones de grisú; el también llamado mal del carbón, la silicosis, que dejaba la esperanza de vida en poco más de cuarenta años. Y todo ello para llegar a un momento actual en el que el futuro es aún más negro, el cierre.

 Sobre esas realidades, la memoria histórica y la justicia social dialoga esta muestra:‘Disurbia’, en definitiva, un nuevo suburbio.