La Nueva Ley de Pesca de Castilla y León, que protege a la trucha común clasificándola como especie de interés preferente, es la causa principal de que se haya pescado más y mejor, más truchas y de mayor tamaño. Es una buena Ley de pesca que con el tiempo ha quitado la razón a todos sus detractores, que en un principio eran mayoría.
Los que hemos pescado en comunidades limítrofes hemos comprobado las diferencias poblacionales de truchas que existente y que dan la razón a todas esas voces que reclaman una ley como la nuestra para sus respectivas comunidades.
El turismo rural basado en la pesca deportiva necesita innovadoras directrices y mejorar las prestaciones La trucha común de nuestros ríos, aparte de tener una gran relevancia ecológica, presenta unas características especiales que le dan un gran valor deportivo. Su bravura, instinto y belleza hacen que su pesca sea el objetivo principal de todos los aficionados de nuestra provincia y de todo el territorio nacional. También podemos constatar que son muchos los pescadores extranjeros que eligen León como destino de un turismo de pesca en alza. Sostener esa pesquería deportiva de alto valor y nivel es obligación de todos los organismos implicados. La gran riqueza medioambiental de los ríos de León es reclamo importante para un turismo rural basado en la pesca deportiva, que necesita innovadoras directrices y mejorar las prestaciones turísticas.
Es por esto que, cuando ya llevamos más de tres años de la aprobación de la Ley 9/2013 de Pesca de Castilla y León, se hace necesario aprobar el reglamento que la desarrolle, para concretar con mayor detalle las líneas de actuación señaladas en la ley, así como determinados aspectos técnicos y procedimentales.
La Nueva Ley de Pesca ha quitado la razón a sus críticos y es la causa principal de que se haya pescado más y mejor Desde el día 20 de abril del año 2016 se dispone de un proyecto del reglamento de pesca de Castilla y León, que se sometió a participación ciudadana para desarrollar los preceptos contenidos en la Ley y cuyo plazo de participación finalizó el 24 de mayo del año 2.016. Este proyecto del reglamento se estructura en un título preliminar que define el objeto de la norma, siete títulos con cincuenta y seis artículos, una disposición transitoria y tres disposiciones finales. El Título I desarrolla los requisitos necesarios y el régimen de acceso para la práctica de la pesca. El Título II acomete la regulación de las asociaciones colaboradoras de pesca. El Título III desarrolla las masas de agua establecidas. El Título IV se encarga de la regulación de los instrumentos para la gestión y la promoción de la pesca. Título V se encarga de determinar diversos aspectos técnicos que deben cumplirse durante la práctica de la pesca. El Título VI regula los vigilantes de pesca, agentes auxiliares de la autoridad. Por último, el Título VII reglamenta el régimen de funcionamiento del Registro Regional de Infractores en materia de pesca.
Los aficionados y todo el mundo relacionado con la pesca en nuestra comunidad están a la expectativa de que la persona titular de la consejería competente en materia de pesca dicte cuantas disposiciones sean necesarias para el desarrollo, ejecución del reglamento y su publicación en el BOCYl. Los ríos, la pesca deportiva y el turismo rural lo necesitan.
El Esla, río de la semana
En la antigüedad era conocido como Astura, es el afluente más largo de España con una longitud de 287,83 km. Cruza de norte a sur nuestra provincia y nace en la cordillera Cantábrica, en las faldas del Puerto de Tarna (fuentes de Maraña) para muchos, para otros en la fuente del Naranco en el valle de Valdosín. Pero la polémica no se acaba aquí porque el Padre Esla tiene muchas fuentes y todas aportan esa fresca agua; Fuente Erendia, Pisa, los Espejos, Retuerto, Jacob, Pidorrio y la del Valle de la Iglesia entre otras más que le convierten en el río más importante de León. Sus aguas son retenidas, en el comienzo de su fluir, en el famoso embalse de Riaño. Río de grandes truchas que con los cotos Acebedo, Pesquera, Gradefes y Quintana de Rueda, y los AREC del embalse de Riaño, Cistierna y Mansilla de las Mulas, ofrece a los pescadores unas zonas ideales para el disfrute de la pesca. El río Esla, como todos los regulados en León, suelen ofrecer a los pescadores su mejor versión a mediados de septiembre y octubre cuando cesan los riegos y el río recobra su caudal normal.