La música y el abrazo de los músicos

Acordeonista y nieto de acordeonista. Norberto Magín, el nieto de Magín Prieto, parió hace tres años la idea de reunir a muchos de aquellos músicos populares de los que hablaba de su abuelo, de los que hablaba en sus estudios, y mezclarlos con los jóvenes que aún mantienen la tradición como acordeonistas, en grupos de música tradicional o en orquestas al uso. Acababa de nacer la Xuntanza de Alcordeonistas que en aquel 2015 llevó hasta su pueblo, Vega de Viejos. Fue un éxito, los veteranos músicos se sintieron valorados, los jóvenes escucharon historias alucinantes para ellos y, además, mucha gente acudió a escucharlos, tocar y hablar.  

Al año siguiente la filosofía era la misma pero el marco elegido era extraordinario, el palacio de Riolago, que además evitaba tener que montar carpas y demás. Volvieron a reunirse las generaciones, acudió el público y sólo un chaparrón supuso un pequeño contratiempo.

Y este sábado (y el domingo) llega la tercera Xuntanza, y repite el Palacio de Riolago. Y sigue al frente de la iniciativa el activo Norberto Magín, que será quien a las siete de la tarde presente esta tercera edición  para, un cuarto de hora más tarde, ofrecer una pequeña conferencia sobre el «Origen y evolución del acordeón», que dará paso a las actuaciones de esta primera jornada, la del grupo lacianiego Xaleu (20 horas); el dúo leonés Tarna  (21 horas) y se cerrará esta cita inicial con un filandón que dará comienzo hacia las diez y media de la noche. Y el domingo, a partir de las 17 horas, irán desfilando todos los acordeonistas convocados al Encuentro.

Señala Norberto Magín que esperan la presencia de más de 60 acordeonistas, entre los históricos de la comarca, las jóvenes promesas y las agrupaciones de: Escuela de Música de Villablino, Conservatorio Profesional Peñacorada, Escuela Municipal de Valverde de la Virgen y Escuela Municipal de Bembibre, que acudirá con 20 acordeonistas.

Recuerda Magín la importancia del acordeón en estas comarcas y su elección por ello para esta Xuntanza, que «junto al pandero cuadrado, son los instrumentos fetiche de las denominadas comarcas patsuezas (Babia, Luna, Omaña, Laciana y Alto Sil). Mientras en otras comarcas leonesas la interpretación de la gaita, la chifla o la dulzaina ha sido más generalizada, en estas comarcas el acordeón ha reinado casi desde su introducción en la provincia a finales del siglo XIX. Cualquier etnógrafo que haya realizado trabajo de campo en estas comarcas se ha percatado de la importancia de este instrumento, sobre todo en el baile de más identidad, ‘el baile del país’».