Hace pocas décadas, alrededor de dos centenares de jóvenes recibían en el Seminario Mayor que se encuentra justo al lado del Obispado y con inigualables vistas a la Catedral de León la formación necesaria para convertirse en sacerdotes. Hoy, ese número es muy inferior y buena parte del edificio carece de uso. Por ello, la Diócesis puso en marcha los mecanismos necesarios para ceder algo más de 5.000 metros cuadrados a un proyecto que poco a poco comienza a convertirse en realidad: el Museo Diocesano y de la Semana Santa, que ocupará las dos plantas que rodean al segundo patio del complejo. Una reivindicación histórica de las cofradías que comienza a tomar forma.
En su impulso definitivo ha tenido mucho que ver el actual obispo de la Diócesis de León, Julián López, que defiende haber hecho todo lo que estaba en su mano para que el museo comenzase a ser una realidad, empezando por la cesión de un lugar privilegiado para su instalación, en pleno centro de la capital, y siguiendo por la creación de una fundación con entidad jurídica propia que será la encargada de gestionar el museo. Los «primeros pasos» de un proyecto con el que León «va a ganar muchísimos puntos» y que permitirá mantener la Semana Santa «durante todo el año» para que lo disfruten también las personas que «nos visitan en otras fechas».
Sin embargo, su puesta en marcha dependerá, en buena medida, de la financiación que reciba por parte de las instituciones públicas. Eso sí, el comienzo de las obras es inminente. El presidente del patronato y secretario de Asuntos Económicos y Sociales del Obispado, Pedro Puente, asegura que los primeros trabajos comenzarán a finales del mes de abril.
Será necesario invertir más de cinco millones y los plazos dependerán de la financiación pública Una de las primeras actuaciones será la ampliación de la que se convertirá en la entrada principal al Museo de la Semana Santa. Una de las puertas laterales del Seminario Mayor, en la calle Mariano Domínguez Berrueta, justo en frente de la calle La Sal. Será necesario ensancharla y hacerla más alta, con el fin de facilitar la entrada de las grandes tallas que formen parte de la exposición. Una portada «digna del edificio» y que no va a «desentonar», defiende el obispo. Junto a la puerta y ya en el interior, se habilitará la zona destinada a la recepción y el espacio para una pequeña tienda, justo debajo de una de las escaleras. También habrá que ampliar, como parte de la entrada, los arcos que desembocan en el patio para hacer un espacio más ancho. Esos trabajos serán, junto al asentamiento de las bases en el patio para instalar, posteriormente, una cúpula que lo cubra, los primeros pasos a dar para hacer realidad el Museo. Obras que ya han sido presentadas por el arquitecto a la Junta de Castilla y León y que se cubrirán con el presupuesto concedido para este año por el gobierno autonómico, 400.000 euros. Fondos que se suman a lo concedido por el Ayuntamiento de León, con lo que esperan instalar la cúpula.
Pero el presupuesto global para poner en marcha el Museo de la Semana Santa supera los cinco millones de euros, y que sea realidad dependerá únicamente de la financiación. «Si la encontramos se podría tener en 2017», confiesa Puente, aunque prefiere no hablar de plazos. Una de las partidas más importantes será la destinada a la musealización de los diferentes espacios, uno de los trabajos finales y para el que todavía no hay proyecto. En este apartado, se incluye todo lo que tiene que ver con la colocación de vitrinas o el reparto de las obras que conformen la exposición entre los diferentes espacios y se prevé que su coste ronde el millón de euros. Lo que sí cuenta ya con un proyecto arquitectónico son las obras necesarias para convertir el patio y las dos plantas que lo rodean del Seminario Mayor en museo. La parte del seminario que la Diócesis ha cedido al museo supera los 5.000 metros cuadrados Además de la ampliación de la entrada principal y la cubierta del patio, habrá que instalar un montacargas en una de las esquinas para poder elevar los objetos del museo a la planta superior o retirar los ventanales que separan el patio del pasillo que lo rodea. Aunque parte de los espacios existentes se integrarán en el museo. Es el caso de un gran salón de actos en la planta baja (que se ampliará aún más con la adhesión de un habitáculo colindante) o la capilla grande del Seminario Mayor, instalación que actualmente se utiliza en contadas ocasiones para determinados eventos (los seminaristas contarán en el espacio que aún se mantiene para fines formativos con salas de oración). Otra de las instalaciones que quedará integrada en el museo será el taller de restauración diocesano, en el que actualmente se trabaja en la preparación de una exposición en la iglesia de Palat del Rey. El museo, por tanto, contará con este taller que hoy por hoy se dedica al mantenimiento de diferentes piezas repartidas por toda la Diócesis, algunas de ellas con verdadero valor histórico. Después, continuarán con este trabajo al que se unirán las piezas que conformen el Museo de la Semana Santa. Lo que sí cambiará de ubicación será el taller de vidrieras de la Catedral, que hoy se encuentra en la planta baja del Seminario Mayor.
La sala expositora "más privilegiada" será la que se ubique bajo la cúpula que cubrirá el patio Y, ¿cuáles serán estas piezas? No será una exposición formada únicamente por esculturas. Habrá tallas, sí, pero también otros elementos como tronos, vestimentas, pinturas, objetos de las agrupaciones de música o documentos. Todo lo que quieran ceder las 16 cofradías leonesas a este museo, que previamente pasará por el filtro de una comisión artística que decidirá qué piezas se aceptan. Tampoco estarán todos los pasos que desfilan cada Semana Santa por las calles de la Catedral. «No tienen por qué venir todas las imágenes ni mucho menos», defiende el obispo, por lo que todas las tallas titulares de las cofradías o expuestas al culto en las diferentes parroquias no estarán en el museo. «Hay imágenes que nunca saldrán de una iglesia por mucho museo que haya», explica, poniendo como ejemplo la talla del Nazareno, tan venerada en Santa Nonia. Pero hay otras muchas guardadas, además de piezas de la propia Diócesis y diferentes elementos de las cofradías que sí son susceptibles de entrar en este museo y ayudar a mantener viva la Semana Santa durante todo el año.
Los anchos pasillos de las dos plantas, parte de los habitáculos de la primera y lo que eran las aulas de la segunda se convertirán en salas de exposición, manteniendo su estructura general, aunque haya que ampliar alguna puerta o unir a través de alguno de los tabiques varios habitáculos entre sí. También se dedicará a este fin el espacio que quede bajo la cúpula del patio, la exposición «más privilegiada», donde se ubicarán las tallas de mayor valor, «los pasos más emblemáticos», explica Pedro Puente, alguno de ellos subido incluso a su propio trono.
Todos los mecanismos legales están ya en marcha y trabajando en este proyecto cuyas obras comenzarán, después de haber realizado unas catas en el patio para comprobar la fijación de lo que será la cúpula, a finales del mes de abril. El desarrollo posterior dependerá de la financiación que las instituciones destinen a este fin, aunque la fundación está buscando «más cofinanciadores».El obispo, Julián López, confía en poder «verlo pronto».
Las obras del Museo de la Semana Santa comenzarán a finales de abril
Los primeros trabajos serán la ampliación de lo que se convertirá en la puerta principal y asentar las bases en el patio para la instalación de una cúpula que lo cubra
17/03/2016
Actualizado a
19/09/2019
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