León encabezará una "lenta" recuperación de la economía

No es que la economía leonesa esté bien, sino que está menos mal y por eso despunta en los primeros compases de la recuperación tras la pandemia. Es la principal conclusión que puede extraerse del observatorio que acaba de publicar el Colegio de Economistas de Valladolid, Palencia y Zamora (Ecova), referido al primer trimestre del año y que deja a León con el escenario más positivo de toda la comunidad.

En este sentido, León obtiene mejores o similares resultados que la media de la comunidad en 22 de las 30 variables que se incluyen en el estudio. La segunda provincia sería Zamora (18) y por detrás estarían Burgos y Salamanca (16), Segovia (15), Palencia (13), Valladolid y Soria (12) y Ávila (11).

Así se desprende de los datos facilitados ayer en la presentación del observatorio por el decano-presidente del Ecova, Juan Carlos de Margarida, quien avanza que los «graves» problemas estructurales de la comunidad hacen augurar un crecimiento económico «lento» que no permitirá la recuperación total antes de principios del año 2023.

Dos indicadores suponen una amenaza para el crecimiento económico de la provincia. Se trata del alza de los precios y de la tasa de paro. En el primero de los casos, León el IPC se incrementó un 1,1% en marzo –la segunda mayor subida de la comunidad– y en la evolución interanual el dato es de un 1,9%. «De no ser estacional el actual aumento de precios, junto con un posible retraso en el crecimiento económico debido a una mala gestión de los fondos de recuperación, se produciría un estancamiento de graves consecuencias económicas y sociales», aseveró el responsable del Ecova. Mientras, la tasa de paro creció en el primer trimestre hasta situarse superar el 14% de la población activa frente al 12% del finales del pasado año.

En este sentido, Juan Carlos de Margarida se ha referido a los «graves problemas estructurales» con los que cuentan tanto la provincia como la comunidad, entre los que citó un mercado de trabajo «inestable», el exceso de la deuda y déficit públicos, una economía centrada en los sector servicios y carente de industria, una población envejecida, una excesiva atomización del tejido productivo (las pymes representan el 97%) y un mercado laboral que no se ha adaptado a las nuevas competencias y necesidades, principalmente en el ámbito digital y la economías verde.

Por ello, el decano-presidente del Ecova cree que, para elevar la productividad, solucionar el desempleo, reducir la deuda pública y hacer frente a fenómenos como el descenso de la natalidad y la despoblación, son precisas reformas estructurales lideradas por la UE y basadas en el consenso político y social con el objetivo de «dar seguridad jurídica y confianza». Para ello, considera urgente acometer la reforma laboral y del sistema de pensiones, pero sobre todo llevar a cabo una gestión «eficaz» de los fondos que llegarán de la UE.