manuel-cuenyab.jpg

Teatro San Francisco

28/01/2015
 Actualizado a 07/09/2019
Guardar
Que se inaugure, en estos tiempos de crisis económica, un nuevo teatro en León es todo un acontecimiento cultural que deberíamos festejar por todo lo alto, sobre todo quienes amamos el teatro como arte y aun materia esencial en la educación. El teatro como forma de vida, un modo de estar en el mundo. Me agrada esta noticia, y me alegra saber que este Teatro San Francisco se llene de contenido, porque un edificio en sí mismo dedicado a las Artes Escénicas, salvo por su valor arquitectónico, no tiene mayor misterio si no cuenta con una programación estimulante. Como ocurre, pongamos por caso en la ciudad de León, con la sala de teatro de El Albéitar, que dispone de una brillante programación, no sólo teatral sino cinematográfica y musical, gracias al gran Pepe Tabernero, que lleva toda una vida programando, con gusto y conocimiento, en la Universidad de León. Qué tiempos aquellos, estimado Pepe, en la desaparecida Escuela de Cine del Campus de Ponferrada.

Por el momento, sabemos que el Teatro San Francisco contará, durante los próximos meses, con una interesante oferta teatral, así como con un ciclo de cine dedicado a los ‘120 años de la historia del cine (1895-2015)’ con películas magistrales del llamado ‘Séptimo Arte’, entre ellas, ‘Una noche en la ópera’ de los Hermanos Marx, ‘Psicosis’ de Hitchcock o ‘Tiempos modernos’ de Chaplin. Algo que, de un modo inevitable, me hace rememorar aquellos ciclos y conferencias de cine que dedicáramos en su día en Bembibre al mago del suspense, al genio del humor mudo y a los creadores de las ocurrencias surrealistas.

Hace un tiempo me llamaba el profesor y escritor Fernando Montes para contarme la idea de poner en marcha un ciclo de cine en este nuevo teatro leonés, lo que me entusiasmó, como no podía ser de otro modo, porque a uno le apasiona el cine y el teatro, aunque he de confesar que no frecuento ya, desde hace meses –años quizá, demasiados–, las salas comerciales de cine. En todo caso, debo decir que me interesa (y siempre me ha interesado) el llamado cine de autor o autora, los clásicos, el cine independiente y en ocasiones las películas poco o nada convencionales. Véase, por citar una sola, ‘Las noches salvajes’, del francés Cyril Collard. Por tanto, esta es una excelente ocasión para ver o rever (visionar, que se dice en el argot) algunos clásicos, como los mencionados, y aun otros, con la hipnosis que siempre procura la gran pantalla, todo hay que decirlo, porque la magia del cine también reside, no lo olvidemos, en la proyección en una sala oscura, envolvente, confortable, y equipada como es necesario.
Lo más leído