Toral pide a Adif que de el visto bueno a su proyecto de ‘ferrociclos’ turísticos

Primero fue el sueño de contar con un tren turístico que recuperara el trazado de unos nueve kilómetros que separan Villafranca de Toral de los Vados. Un recorrido que ambos municipios consideraban fantástico para enseñar su cultura vinícola y mostrarse a otro nivel. El proyecto estaba sobre la mesa hace unos 8 años y se veía cerca, porque solo se comprometía a la concesionaria de la vía, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, Adif, a costear 500.000 euros para mejorar el trazado y ponerlo en marcha. Pero aquel sueño se elevó a deseo imposible pasado ese tiempo, porque Adif no aceptó poner ese importe «y es un proyecto casi muerto, que se ha quedado en un cajón», explica el teniente de alcalde de Toral, Sergio García.

Pero, dejando de lado ese gran proyecto, Toral decidió quedarse un escalón por debajo y lanzar una nueva idea, proyectar un trazado inferior, de unos 3 kilómetros que separan esa población de Parandones, y recorrerla en un ‘ferrociclo’. Se trata de unos artefactos que, bien a motor o a pedal, pueden recorrer las vías sin necesitar casi inversión en ellas y ofrecen una nueva oportunidad de turismo. La idea de Toral era invertir en la compra de entre tres y cuatro ‘ferrociclos’ a pedales, con un coste unitario de unos 7.000 euros, para 4 personas y, para alguna más, unas 6, otro a motor, con un coste superior, de 12.000 euros. Toral se comprometía a mantener limpia la vía, pero requería el permiso de Adif de nuevo «aunque ha puesto reparos por la cantidad de pasos a nivel que hay en la vía. De Toral a Parandones hay cinco». La inversión de Adif no era ninguna, pero, aun así, no ha contestado a la propuesta. La única confirmación de Adif que ha tenido Toral en estos años es el permiso para abrir una vía verde, lo que quiere decir eliminar toda la estructura ferroviaria para hacer un paseo para caminar, algo que rechazó de pleno el municipio berciano «nosotros queremos conservar nuestro patrimonio ferroviario, no eliminarlo y hacerlo chatarra. Tenemos un paseo al lado de las vías y podríamos tener las dos posibilidades si aceptaran esta», explica García, enfadado por la falta de comprensión de la adjudicataria ferroviaria «esperamos que pongan al frente a alguien que pueda comprender el cariño que tenemos a nuestro patrimonio y lo importante que es».

García sigue esperando que, después de tres años de presentación del segundo proyecto de los ‘ferrociclos’, Adif de su plácet por fin y se pueda poner en marcha, incluso llegando a Villafranca, con el fin de enlazar el patrimonio natural de las vides con el paisaje turístico de la pequeña Compostela como fin de trayecto. Teme que si no se pone en funcionamiento este proyecto, que sería de fin de semana y con un apeadero nuevo, para no interrumpir el tráfico semanal de trenes hacia la cementera ni el cambio de agujas a Villafranca, pueda expoliarse el patrimonio ferroviario que queda «porque a Adif no le importa. Se vanagloria de vender chatarra y sacarle rendimiento», lamenta García. Pero el concejal lamenta mucho más que se haya dejado en la estacada del olvido al tren minero llamado Ponfeblino. De hecho, en la nueva edición de Toral en Tren, que ya está calentando motores para este fin de semana, ha preparado un expositor en el que repasa los cinco trenes mineros que hay en nuestro país «son zonas que se han reestructurado y han apostado por esos trenes y les funciona. Pero el trazado más bonito lo tenemos aquí y, no sé si por razones políticas o económicas está totalmente parado», dice. Por eso mostrará durante la feria un panel con imágenes de esos cinco trenes mineros sobre los que ponga en rojo la pregunta ‘¿Qué pasa con el Ponfeblino?’. García pide «más sensibilidad» en estos temas, sobre todo porque no entiende que solo sea un trámite burocrático el que los frene, cuando Toral está haciendo un esfuerzo económico para darles vida.