Uso del carbón frente a la escalada del recibo

En un momento en el que el precio de la electricidad se ha disparado, la conveniencia de recuperar la quema de carbón autóctono ha ganado protagonismo. Los nuevos costes –la luz prácticamente se ha duplicado respecto a 2016, al pasar de una media de 32 euros por megavatio/hora en enero del pasado año a un promedio de 72 euros en este primer mes del año– han provocado enfado entre los consumidores. Una situación que partidos políticos y sindicatos han aprovechado para reclamar soluciones al Gobierno central. En algo estaban todos de acuerdo: urgía actuar. Fue el pasado jueves cuando el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital, Álvaro Nadal, compareció en la Comisión de Energía del Congreso para explicar la evolución y las medidas encaminadas a frenar la escalada del recibo de la luz.

Aquellos que esperaban algún guiño hacia el carbón, aunque fuera pequeño, por parte del responsable de la cartera de Energía se quedaron con las ganas. En su discurso, Nadal únicamente reconoció que el encarecimiento del precio del mineral de importación es en parte responsable de esta subida de los precios. Del resto, nada. «Es un fenómeno que ocurre con cierta frecuencia» o «hemos tenido un mejor comportamiento que la mayoría de nuestros vecinos europeos» fueron algunas de las frases que utilizó para restar importancia al problema. Habrá vigilancia para evitar comportamientos anticompetitivos, eso sí. Además, se crean dos nuevas figuras para aumentar la oferta de gas y, en consecuencia, en principio, abaratar los precios. Respecto al esquema del mercado actual, no habrá cambios.

Una postura que ha sido una nueva bofetada para el sector minero y para aquellos que se aferran a su mantenimiento y defensa. Sólo unos días atrás se daba a conocer que el Ministerio tenía sobre la mesa desde diciembre de 2015 un informe confidencial . El estudio, llamado ‘Las centrales de carbón autóctono como elemento de seguridad de suministro en España’, hace hincapié en el «riesgo asociado al cierre repentino de las minas» y la necesidad de fijar «un mecanismo para garantizar el funcionamiento de las centrales térmicas de carbón nacional por seguridad de suministro».

Además, desvela un dato que debería hacer que se mirase al carbón con mejores ojos.Es el resultado de una simulación, y en el documento lo dejan claro, pero no por ello deja de ser menos significativo. En el periodo 2010-2013, en caso de no disponer de las centrales de carbón autóctono, se obtendría una elevación media del precio del mercado del 3,52 por ciento. Algo que supondría un sobrecoste de más de 350 millones de euros al año para los consumidores. Unas cifras que llevan la contraria a Nadal, que en su comparecencia en sede parlamentaria en diciembre había dicho que si se diera más protagonismo al mineral autóctono esto supondría un golpe para los bolsillos de los ciudadanos.

El PSOE y Podemos anunciaron que pedirían al Gobierno central explicaciones sobre este informe, que no solo está en manos del actual equipo, sino que lo estuvo ya en las del anterior. «¿Para quién están trabajando los ministros del PP y por qué ocultan este informe?», se preguntaron los socialistas. Por su parte, desde Podemos vieron «incomprensible» que tanto el Ejecutivo como las eléctricas «se empeñen en seguir despreciando el carbón nacional, poniendo excusas cada vez más peregrinas para justificar su abandono». «La solución a los problemas derivados de la importación del carbón y el tarifazo eléctrico es apostar por la quema de carbón nacional. Este informe demostraría que el ministro siempre lo ha sabido, pero ha elegido ignorar esta información y favorecer otro tipo de intereses económicos que nada tienen que ver con el bien común», lamentaban desde Podemos.

También en la reunión del sector minero de UGT FICA se criticó la «falta de transparencia» tanto del equipo de Gobierno anterior como del actual por no haber desvelado los resultados de este estudio. Desde el sindicato reiteraron su intención de seguir reclamando que se mantenga la actividad minera y, con este informe en la mano, tienen un nuevo argumento para apoyar sus reivindicaciones que no piensan desaprovechar.