30 años de soledad

Sarnago volvió a la vida el pasado 16 de junio. A las 19 horas, no cabía un alfiler en este pueblo al que un grupo de antiguos vecinos se empeña en dar vida. No les gusta que se llamepueblo abandonado, sino deshabitado. No queda nadie por el invierno en esta localidad soriana, perteneciente al cercano Ayuntamiento de San Pedro Manrique, famoso por su Paso del Fuego de las noches de San Juan. Allí, según ha confesado el autor en muchas ocasiones, nació ‘La lluvia amarilla’, aunque luego la novela del escritor leonés Julio Llamazares terminara por situarse en Ainielle, en el pirineo oscense. Pero en Sarnago están muy orgullosos de que fuera allí donde nació el germen de la novela de la que en este 2018 se cumplen 30 años de su publicación, y a fe que sigue estando vigente puesto que trata del monólogo delirante del último habitante de un pueblo. La despoblación, desde la publicación del libro hasta ahora, no ha hecho más que agravarse en el mejor de los casos... o volverse irreversible en la mayoría de las comarcas del interior de la bautizada por Sergio del Molino como ‘España vacía’.

La visita a Sarnago cuando Llamazares hacía un reportaje sobre el Paso del Fuego fue el germen de la novela Por eso, porque están orgullosos de que allí naciera una de las pocas novelas españolas que se pueden seguir leyendo 30 años después de su publicación, en Sarnago organizaron un hermoso evento para conmemorar esas tres décadas. Media docena de artistas que se confiesan influenciados por ese libro participaron en una mesa redonda en la que también estuvo el propio Llamazares. Fueron la artista soriana Gloria Rubio (autora del proyecto ‘Vacíos del pasado’ que la Fundación Villalar llevó recientemente a Ambasaguas de Curueño), la cineasta Mercedes Álvarez (autora del documental ‘El cielo gira’), el escritor Miguel Hernández, el músico Manuel Castelló, el fotógrafo José Manuel Navia y el dramaturgo Emilio del Valle. Todos ellos, de una manera o de otra, se vieron influenciados en algún momento de sus respectivas trayectorias por la obra de Llamazares, que aborda el tema de la despoblación desde una mirada poética que ha convertido ‘La lluvia amarilla’ es una de las novelas más populares de la literatura española contemporánea y que se ha traducido ya a más de una veintena de idiomas. Llamazares contó que conoció Sarnago cuando llegó a la zona para hacer un reportaje sobre el famoso Paso del Fuego de San Pedro Manrique, y que fue probablemente su primera visita a un pueblo abandonado, en el que sintió la soledad inmensa y se preguntó lo que tendría que sentir el último habitante de un lugar así. Fue el germen de la que muchos consideran que es su mejor novela.

La representación teatral del libro en un pueblo abandonado resulta sobrecogedora Precisamente Emilio del Valle, uno de los participantes en la mesa, es el director de Inconstantes, la compañía teatral que, después de la tertulia y de un merecido tentempié, representó la obra teatral inspirada en el libro e interpretada por el actor burgalés Chema de Miguel Bilbao. La obra se representó por escenarios de toda España hace una década, pero lo cierto es que su puesta en escena en un pueblo deshabitado (que no abandonado) resulta verdaderamente sobrecogedora. El actor dramatiza el monólogo del libro en un escenario situado en la plaza del pueblo, pero más bien se podría considerar que es todo el pueblo el propio escenario, ya que no puede existir mejor ambientación posible para un texto de las características de ‘La lluvia amarilla’.

La preciosa localidad soriana de Sarnago, situada en comarca conocida como las Tierras Altas, no ha sido la única que ha organizado algún tipo de acto para conmemorar las tres décadas de la publicación de ‘La lluvia amarilla’. En Huesca, se ha presentado un documental sobre la novela y se está rodando otro, además de la suerte de romería que cada año se organziza hasta Ainielle y en la que participa medio millar de personas.