56 años dedicados al mundo del ciclismo

Fue ciclista profesional durante muchísimos años, luego dio el salto al puesto de director y más tarde se recicló como mecánico. En realidad, dentro del mundo del ciclismo poco le queda por hacer. Y es que 56 años dedicado a este deporte dan para mucho.

Son los que lleva vinculado a este ‘mundillo’ Joaquín Fernández, conocido por todos como ‘Joaco’, que este año regresa a la Vuelta de León en que ha vivido casi todas sus ediciones. Lo hace en las filas del Club Ciclista Vigués, donde hace «un poco de todo» y deja claro que, a sus 72 años, «aún me queda mucha guerra por dar».

Porque, si algo tiene claro una de las personas más queridas del pelotón, es que «el ciclismo es mi vida». Lo fue desde que a los 16 años diera comienzo a una larga carrera de ciclista, como amateur y durante siete largos años como profesional.

«El accidente en la Vuelta a Zamora en que me rompí la cadera por 5 sitios y quedé cojo fue mi peor momento» Su etapa de corredor le dio muchos éxitos y también el momento más amargo que le dejó el deporte. «Sin duda el peor sería el grave accidente que tuve corriendo en Zamora, que un coche me llevó por delante, me rompió la cadera por cinco sitios y me dejó cojo como estoy ahora», recuerda con tristeza ‘Joaco’, que deja claro no obstante que «no creas que me retiré, seguí corriendo».

Si algo le caracterizaba, es que era «un luchador, de los que arriesgaba y daba espectáculo». Algo que intentó transmitir a sus corredores cuando le tocó colgar las zapatillas y montó el equipo ‘Grupo Deportivo Adams’, que pasó a dirigir. Después pasó por Relax, Burgos o León entre otros, teniendo a sus órdenes multitud de ciclistas que son su gran legado y una familia en toda regla.

«El ciclismo es mi vida, con esto disfruto muchísimo y sin él no sé que hubiera sido de mí tras la muerte de mi hijo» «El mejor que tuve fue Cubino, pero a día de hoy me sigo llamando y hablando con muchos con los que he estado. Eso es lo mejor de todo», revela ‘Joaco’, que no oculta que «disfruto muchísimo con todo esto, sin el ciclismo no sé que hubiera sido de mí tras la muerte de mi hijo en un accidente».

Un motivo de liberación. Una manera de disfrutar de la vida. Todo eso es este deporte para un histórico al que la Vuelta a León ya homenajeó hace dos años... pero al que aún le queda cuerda para rato. Porque, sin ‘Joaco’, las rondas leonesas no son lo mismos.