Está claro que ahí hay una historia. Que nos habla, que nos la cuenta, pero lo ha querido hacer por boca ajena, seguramente sea por precaución de cabeza escarmentada por opinión propia.
Podría ser que la cabeza suelta nos guiñara un ojo pero seguramente ha ocurrido que se le han cerrado los mamporros de la vida.
Interpreta lo que sea, lo que te parezca, lo que tú elijas como ocurre siempre, pero nos lo han querido contar por boca ajena, por cabeza aparcada en el suelo, pues no están los tiempos para arriesgarte a opinar de nada y no morir en el intento. Y eso que libertad es la palabra más manoseada.
Seguramente ha escarmentado a base de contratiempos. Casi no le ha dado a la tecla de publicar y ya se han multiplicado las interpretaciones que ni había pedido ni quiere, ni le interesan, pero nunca falta quien si no opina, contradice e interpreta no queda tranquilo.
¿Saben de todo?
¿Qué les hace creer que le interesan a alguien las diatribas de eso que se ha dado en llamar los activos en las redes?
No te cortes hoy. Cuéntaselo a esta cabeza ajena que aunque habla no recibe los mensajes de quien le contesta.
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