El misterio de las manos

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
19/06/2024
 Actualizado a 19/06/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

No hay mejor día para recordar que las manos hacen aquello que ordena el cerebro, el que a Amancio le dictó ‘la negrilla’, el hito de la memoria en Carrocera o el espectacular San Jorge atravesando de muerte al Covid a la vista de quienes miran desde las ventanas del hospital; por citar tres obras en las que el cerebro tiene más importancia que las manos.

Pero de la misma factoría que creó la frase de que «las balas no matan, lo que mata es la velocidad que llevan» surge una pregunta hasta ahora sin respuesta: «Y si el cerebro también me manda a mí hacer una vieja negrilla o perpetuar la memoria de los fusilados o agradecer a los sanitarios su lucha diaria... ¿porqué mis manos no hacen lo mismo que las de Amancio?».

No tengo respuesta para eso; ni siquiera para explicar qué tienen las manos de esos artesanos que modelan el barro, soplan el vidrio, crean marionetas, tejen con hilos de oro, encajan las maderas de los artesonados, estañan latón o crean muñecos de trapo.

Tampoco tengo respuesta que vaya más allá de la expresión de Juan El Hojalatero que mientras estañaba una pota decía con solemnidad: «Tengo yo cojones para hacer un avión, lo que no traje son los alicates».

Para mí que quería decir que tenía cerebro como para surcar el cielo. 
 

Archivado en
Lo más leído