¡Quieto parao! No tires nada

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
28/03/2024
 Actualizado a 28/03/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Llegaron los profetas cibernéticos y dieron la orden tajante de que tiráramos a la papelera de nuestra historia rural todo lo que oliera a antiguo: el trillo, el carro, la boina, las madreñas hechas a mano, al abuelo cojo, las comedias en el corral, buscar las cuarenta al tute... y el teléfono fijo, el buque insignia de las antiguallas con olor a podrido y alcanfor. 

Y yo te digo: «¡quieto parao, no tires nada!». Puede que no se vuelva a estilar arrastrar de mano para buscar las cuarenta o se pase la moda de hacer mesas con el trillo y lámparas con las azadas y los picos desmangados; pero te digo yo que al abuelo cojo le ponen una cadera de titanio y no es que vaya a ganar la maratón de Vallecas pero la medio maratón de la Valduerna, cuando menos la pelea.

¿Y el teléfono fijo?  Ése cuídalo como oro en paño. Después de haber hecho el ridículo de subirte a una piedra en la loma del pueblo porque es en el único sitio que te aparece una raya en la pantalla —«zona de cobertura», se puede leer en la piedra—; después de escuchar a todos los responsables que estrenan cargo desde hace 20 años que el gran  proyecto de legislatura «vuelve a ser el 100% de cobertura en la provincia», después... tienes que rescatar del desván el fijo porque don Movistar te vacila.

Entonces solo se me ocurre una idea. Secuestrar esta mesa y a esperar. 

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