Tengo un tractor... rojo

La última de La Nueva Crónica

Fulgencio Fernández y Mauricio Peña
28/02/2024
 Actualizado a 28/02/2024
| MAURICIO PEÑA
| MAURICIO PEÑA

Están los tractores de actualidad —no me atrevo a decir de moda porque la lucha del campo no es ninguna moda–, han aparcado con fuerza en las conversaciones diarias, por suerte han tomado el lugar de petardos y petardas tocándose las narices en una isla. Por cierto, a la crítica de que muchos de esos tractores que han tomado la ciudad uno de los que lo tiene me hace una reflexión: «¿Sabes lo que significa que mi tractor vale casi cien mil euros? Pues significa todo lo contrario de que yo los tenga, significa que los debo... y si no llueve, al banco se la sopla; y si las patatas me las quieren pagar a 3 céntimos, al banco se la suda...».

Busco en la conversación la solución a qué decir de esta foto de un viejo tractor, que no se acerca, ni de lejos, a los precios de los que hablábamos.

- ¿De qué color dices que es?

- Un Massey Ferguson

- Se le ve muy viejo para que tenga un nombre inglés...

- Pues será un Zetor, como el de Jesusón, que los traían de Checoslovaquia, que entonces existía.

Y el color del tractor nos lleva al repaso de la historia del pueblo, a la llegada de aquel primer tractor que era un Zetor, en el que había que pedir vez para que Jesusón te fuera a empacar y tenías que tenerle la hierba en marallos, que no había tiempo que perder. Y el tiempo fue trayendo tractores, que eran colores. El New Holland azul, el John Deere verde y hasta un Lamborghini naranja que no era coche, pese a su nombre.

¿Que cuál era el mejor? «El mío», responden todos a la vez. 

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