Tienen nuestras tradiciones ritos y costumbres de todo tipo, divertimentos frente a todos los embates que les propina una vida diaria tantas veces tozuda en complicarles la existencia hasta límites insospechados, pero muy sospechosos.
Es el carnaval buen tiempo para resarcirse de tantos ultrajes diarios, escondidos bajo una máscara o simplemente liberados por la irreverencia, la falta de respeto y hasta la insolencia propia de unos días en los que todos tomamos la calle por asalto.
Y en esos días, en Llamas de la Ribera, donde la tradición tiene trono y castillo, campa a sus anchas un personaje del que su nombre lo dice todo, la gallina tocahuevos, una mujer que emboscada en hojas y mazorcas se dedica literalmente a tocarle los huevos a todos aquellos que ella supone que los tienen.
Ya le ocurrió hace unos años que en una feria de esas en las que exhibimos nuestra historia la gallina le quiso tocar los huevos, como era su trabajo, al mismísimo presidente que, por una vez, reaccionó con brillantez y le dijo: «Llegas tarde, en el consejo de Gobierno la mayoría se dedican exactamente a lo mismo que tú».
La verdad, mal futuro se te avecina vecina, cada día aumentan los que eligen tu oficio, sin ser tradición, sin que nadie se lo pida, sin ninguna celebración que lo justifique. Les sale de natural. Te van a mandar al Erte gallina.
¿Tocahuevos? Otra más al Erte
La última página de LNC con la firma de Fulgencio Fernández, que pone la letra, y Mauricio Peña, que se encarga de la foto
25/06/2020
Actualizado a
25/06/2020
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