Si hace unos meses alguien nos cuenta una historia de una gente encerrada en su casa durante semanas y semanas, viendo cómo la parca avanza y poniendo la tranca a la puerta para que no entre, le diríamos que escriba la novela o haga la película y ya le diremos qué nos ha parecido.
Si hace unos meses ves caminando por la calle a gente con guantes y al sol, con mascarilla y sin polución, marcando distancias con todo el que se acerca, hubieras creído que algo muy extraño ha ocurrido, que algún viento de los montes nos está robando la razón.
Si caminas hacia la estación, reflexionando sobre si puede ser llamado El Bueno un tipo que lanza un cuchillo para que sacrifiquen a su hijo, y ves a un trabajador municipal fumigando y limpiando a un León hecho escultura no te aguantarás sin explicarle que los animales de piedra no cogen pulgas ni garrapatas.
Y si te diera por pensar en cómo reaccionarías al analizarlo todo junto, los encerrados en sus casas, los huidizos vecinos con mascarilla, los probos trabajadores desinfectando animales sin vida, llegarías a la conclusión de que no puede ser, que jamás lo entenderías, que si es una película que avisen antes...
Pero la realidad dice que lo has asumido en horas, que ya vives en este mundo como si fuera el tuyo. Si es cierto que la inteligencia es la capacidad de adaptarse a lo nuevo y desconocido... tontos no somos.
Tontos no somos
La última página de LNC con la firma de Fulgencio Fernández, que pone la letra, y Mauricio Peña, que se encarga de la foto
22/04/2020
Actualizado a
22/04/2020

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