El sindicato Comisiones Obreras denunció que únicamente se han firmado, hasta el momento, la mitad de los convenios colectivos que se encontraban pendientes de renovación en Castilla y León durante este año 2024, dado que vieron la luz 34 de un total de 71, lo que deja a 64.294 trabajadores a la espera de la rúbrica de 37 convenios colectivos restantes, según los datos recogidos por la Agencia Ical.
Por provincias, Salamanca, con 23.254 trabajadores y doce convenios; León, con 10.377 y tres; y Valladolid, con 9.609 y cuatro, se posicionan a la cabeza con el mayor número de pendientes. Tras ellas se encuentra Segovia (6.789 y tres), Burgos (5.144 y tres), Ávila (4.537 y cuatro), Zamora (3.573 y seis), y los interprovinciales (3.011 y dos). A la contra, Soria y Palencia no cuentan con ningún convenio colectivo pendiente de firmar.
Respecto a los firmados, la provincia de Burgos destaca sobremanera, con a penas cuatro convenios, pero con una afectación de 11.485 empleados, seguida muy de lejos por Palencia, con la totalidad de los mismos sellados, con seis y 5.659. Frente a ello, Ávila (550 y dos), Salamanca y los interprovinciales (cero) se encuentran a la cola.
El secretario de Acción Sindical y Negociación Colectiva de CCOOCyL, Fernando Fraile, explicó que los 71 convenios colectivos que se encontraban pendientes a fecha del 1 de enero de 2024 procedían de 39 que se arrastraban del año 2023 y otros 32 que finalizaban su vigencia el 31 de diciembre de 2023, de un global de 188 convenios colectivos sectoriales existentes en la comunidad, que amparan a 369.466 trabajadores, añadió.
Una situación que se produce a pesar de “tener un acuerdo para el empleo y la negociación colectiva que establece la determinación de los salarios”, así como las materias que hay que negociar, aunque por parte de la patronal “se está ralentizando de manera injustificada los procesos de negociación colectiva para su renovación”, lamentó.
Consideró que todo ello corresponde a una “estrategia” de la patronal que tiene “mucho que ver con la reducción de la jornada máxima legalmente establecida”, lo que deriva en que se paralicen los procesos de negociación a lo largo de todo este año manera generalizada.
La afectación es global por sectores, aunque puntualizó que en aquellos casos en los que existe mayor organización sindical y más fuerza, los convenios “salen en mejores condiciones y más rápido”. A la contra, en aquellos convenios en los que el número de personas trabajadoras es reducido y se cuenta con menos organización y debilidad, la firma se retrasa y, generalmente, las condiciones son diferentes, aclaró.
En ese sentido, Fraile subrayó que los salarios que ganan en estos momentos poder adquisitivo lo hacen de una “manera tímida”, al considerar que se puede hacer con “mayor intensidad” con el fin de recuperar lo que se ha perdido en los últimos años. Todo ello para conseguir que los salarios “ganen más peso en el reparto de la riqueza de la comunidad”.
Y es que, recordó que los márgenes empresariales están en “niveles históricos”, independientemente de los sectores y del tamaño de la empresa, lo que “abre la posibilidad y cierra excusas para incrementar con mayor intensidad los salarios en Castilla y León”. Así, los beneficios “están creciendo más del doble de lo que lo hacen los salarios”, por lo que viene a demostrar una “postura bastante egoísta por parte de las patronales”, afirmó.
Ante la paralización de dichas firmas, Fernando Fraile explicó a Ical que hasta que no haya un nuevo convenio que suceda al anterior se mantiene vigente el actual, lo que se traduce en que no hay ninguna actualización de los salarios ni de las condiciones laborales de las personas trabajadoras, apostilló el responsable de CCOO.