Durante su celebración, el obispo puso de relieve la misión de “santificar y congregar al pueblo de Dios” de la catedral, algo que aseguró que “se expresa simbólicamente en la cátedra, el ambón y el altar”.
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Al mismo tiempo, el obispo de Astorga aprovechó la ocasión para invitar a las instituciones a “seguir colaborando en el mantenimiento de la institución y las actividades que realiza”, debido a que “la catedral no puede reducirse a un museo ni destinarse a fines distintos de aquellos para los que fue levantada” al tratarse de “un edificio religioso vivo cuya naturaleza primera es religiosa y litúrgica”, aunque “sin menospreciar los aspectos culturales y artísticos”.
La eucaristía de acción de gracias estuvo presidida por el obispo de la Diócesis de Astorga, Jesús Fernández, y contó con la asistencia de los obispos de las diócesis más cercanas, el cabildo de la Catedral y algunos sacerdotes de la diócesis. También asistieron representantes del Ayuntamiento de Astorga, encabezados por el alcalde, Juan José Alonso Perandones, bajo mazas y con el Pendón de Clavijo, así autoridades autonómicas y provinciales y representantes de asociaciones de la ciudad.
Tras su celebración, el testero de la Catedral, el lugar en el que se encuentra una inscripción conmemorativa de la colación de la primera piedra, el obispo de Astorga y el alcalde del municipio llevaron a cabo una ofrenda floral a los constructores del templo. Asimismo, el obispo entregó la medalla conmemorativa del 550 aniversario a las autoridades presentes.