Los hechos se produjeron sobre las cinco de la madrugada del 20 de septiembre de 2018 cuando el hombre, separado de hecho desde hacía más de un año, salió de su domicilio con una navaja de 16 centímetros hacia la casa en la que vivían su expareja y su hija menor de edad. Una vez allí, según las conclusiones provisionales del fiscal, abrió la puerta con las llaves que aún poseía y se dirigió «sigilosamente» a la habitación en la que dormía la mujer. «Se abalanzó sobre ella para mantenerla inmovilizada» y, «con la intención de acabar con su vida», le hizo una raja en el cuello.
"Ya estoy jodido, te voy a matar"
Ella se despertó, forcejeó para tratar de quitárselo de encima y gritó a su hija, que dormía en otra habitación, «mientras el acusado continuaba apuñalándola en distintas partes del cuerpo». La joven acudió al dormitorio y, «al ver al acusado apuñalar a su madre, lo intentó apartar». Recibió entonces varias patadas en el abdomen y en el pecho», mientras que la madre aprovechó «para zafarse y salir corriendo a pedir ayuda». La mujer y el acusado volvieron a encontrarse en la calle, a la altura del cuartel de la Guardia Civil de Sahagún, donde el relato de la Fiscalía explica que «la cogió del pelo, la tiró al suelo, la inmovilizó poniéndose encima e intentó clavarle la navaja en el pecho». No pudo hacerlo por la intervención de otra persona, que tras un forcejeo logró arrebatarle el arma, pero sí que siguió golpeando su cabeza contra el bordillo de la acera mientras le decía «yo ya estoy jodido, te voy a matar, hija de puta», hasta que desistió por la presencia de un vecino.
Múltiples heridas
La mujer logró sobrevivir al ataque debido a la rápida asistencia médica que recibió, pero sufrió «múltiples heridas incisas en ambas mejillas, labio inferior, región cervical anterior, tórax, axila izquierda y dorso de la mano izquierda». En su escrito, el fiscal detalla que la herida torácica penetró en la cavidad y le ocasionó una laceración pulmonar, acompañada de una hemorragia pulmonar, neumotórax y neumomediastino. Así mismo, sufrió una trombosis traumática de la vena yugular interna izquierda y de las venas mamarias internas izquierdas, mientras que la herida axilar le lesionó la vena basílica y el nervio cutáneo braquial interno. La de la mano izquierda le seccionó el tendón extensor largo del pulgar, el nervio colateral cubital del primer dedo, la rama sensitiva radial para el segundo dedo y el músculo oponente abductor del pulgar. La mujer precisó para su curación tratamiento médico y quirúrgico cuya duración ascendió a 140 días en los que en cinco de ellos su pronóstico fue muy grave. Además, le quedaron secuelas motoras y sensitivomotoras, por trastorno de estrés traumático y un perjuicio estético importante consistente en cicatrices faciales y cervicales muy visibles, entre ellas una de cinco centímetros en la mejilla derecha, de dos centímetros en el labio superior o de uno y dos centímetros en el mentón.
Su hija, por su parte, sufrió una contusión abdominal, heridas superficiales en la muñeca derecha y trastorno por estrés postraumático. Necesitó, además, apoyo y acompañamiento psicológico en la Oficina de Atención a Víctimas y tardó en curar 90 días, quedándole como secuelas el trastorno por estrés postraumático. Los gastos del Sacyl por la asistencia prestada a ambas ascendieron a 7.609 euros.
En prisión desde el día siguiente
El acusado fue detenido tras los hechos e ingresó en prisión provisional por auto de 21 de septiembre de 2018. Además, se acordó una orden de protección a favor de la madre y la hija, prohibiendo al acusado mientras continúe en la cárcel la posibilidad de comunicarse con ellas a través de cualquier medio. Y, en el caso de que su situación cambiara, de residir en la localidad y de aproximarse a ellas a una distancia inferior a mil metros de su domicilio, lugar de trabajo, o cualquier otro frecuentado por ellas.
Para el fiscal estos hechos constituyen un delito de asesinato en grado de tentativa en el que concurre la circunstancia agravante mixta de parentesco y otro de maltrato en el ámbito de la violencia doméstica. Por ellos pide al acusado la pena de 15 años (14 por el primer delito y uno por el segundo). Además, estima que debe indemnizar a la madre en la cantidad de 7.982 euros por las lesiones y en 69.189 por las secuelas, y a la hija en 3.511 euros por las lesiones y otros 3.173 por las secuelas, así como al Sacyl en 7.606 euros por la asistencia prestada con la aplicación de intereses, además de cargar con las costas del procedimiento.