Vecinos de Castrocalbón y miembros de la plataforma ciudadana que se ha manifestado desde hace meses en contra de la construcción de la planta embotelladora proyectada en el Valle del Eria llevan varias semanas acampados en la zona de la localidad donde se pretende llevar a cabo la perforación de un pozo para el que la licencia administrativa y los planes de explotación contemplan un caudal de 4,9 litros por segundo.
De día y de noche, con frío, heladas, viento, lluvias y lo que venga están soportando los vecinos que se han levantado contra lo que consideran «un expolio» del agua de un valle para «hacer negocio con ella». Así lo han venido manifestando desde hace meses vecinos de la localidad de la Valdería agrupados bajo la denominación de «Amigos del Agua» y con el objetivo común de impedir que se lleve a cabo el sondeo y su objetivo es permanecer vigilantes las 24 horas del día, los siete días de la semana, en el lugar para impedir que lleguen las máquinas a realizar la perforación del pozo.
Un sondeo que ya impidieron realizar en el mes de abril por una cuestión técnica y administrativa y que motivó una fuerte unión vecinal en contra de este proyecto, con la instalación de numerosas pancartas en las viviendas, manifestaciones, la organización de una tractorada desde Felechares de la Valdería a Castrocalbón el pasado mes de junio y numerosas reclamaciones durante todo este tiempo. Todo para impedir que vuelvan las máquinas a la localidad para realizar las labores de movimiento de tierras y perforación del pozo que, en el futuro y según los planes de la empresa promotora, abastecería la planta embotelladora de agua. Los vecinos están dispuestos a dar la batalla «hasta el último momento» y resisten día y noche en el paraje de Castrocalbón donde se van turnando en una caseta improvisada, con pequeñas hogueras para calentarse, y donde el objetivo común es evitar que «el agua de todos pase a ser privada, a engordar los bolsillos de muy pocos», dicen desde la plataforma con gran presencia en las redes sociales donde cuentan su día a día de la acampada y siguen buscando apoyos para su causa.
El 31 de diciembre, según defiende la plataforma, expira el plazo que concede la licencia administrativa para realizar las obras y los vecinos consideran que si llega el fin de año sin que se haya efectuado la perforación del sondeo «es una batalla más ganada contra este despropósito y este expolio de un bien común como es el agua», dicen, apuntando que todo esto que están haciendo es «por el valle, por su agua y por su gente».
