La obra, contratada en 2016 por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias Adif Alta Velocidad, se firmó con el adjudicatario, Copasa, en 24,83 millones de euros, tras una rebaja sustancial en el proceso de licitación, puesto que el presupuesto de partida del proyecto era de 50,18 millones, según consta en la documentación de la empresa pública, consultada por Ical.
Esta cuantía terminará siendo, al menos, en este expediente, sin contar otros actuaciones, superior en casi tres millones de euros, debido a dos modificados. El primero se aprobó en 2018 con un presupuesto de algo menos de 1,8 millones para realizar ajustes en las pantallas laterales y la losa que cubre tramo soterrado, en la vía en placa y para el desmontaje y la instalación de la marquesina histórica.
Además, a finales de abril de este año, a pesar de las limitaciones derivadas del estado de alarma por el coronavirus, Adif tramitó un segundo modificado, en este caso, con un presupuesto de 687.223,21 euros para la mejora los materiales del lucernario y los equipamientos de seguridad y control, entre otras actuaciones para mejorar el proyecto inicial, que afronta los últimos meses de actividad.
En concreto, la sociedad contempla que el contrato del soterramiento finalice, si no hay más obstáculos, en el último trimestre de este año, lo que supondría rematar el proyecto cuatro años después de que se adjudicara y tras el paso de tres gobiernos por La Moncloa. El fin de los trabajos supondrá también la recuperación de la zona oeste de la ciudad, con un nuevo paisaje urbano, que combina modernidad y tradición.
Este proyecto de integración, con soterramiento de un trazado ferroviario y la eliminación del fondo de saco de la entonces estación provisional de León, será la primera obra de estas características en la Comunidad, donde otras ciudades como Valladolid o Palencia están a la espera de acometer actuaciones de este tipo, tras aparcarse los soterramientos originales por la anterior crisis económica.
Mejoras
Respecto al alza presupuestaria, se debe fundamentalmente a mejoras en los materiales y equipamientos. Entre los incrementos que conducen a la variación presupuestaria final destacan los cambios en la carpintería exterior y en los característicos vidrios, mediante la instalación de nuevos exutorios (dispositivos para la evacuación de humos) aptos para soportar las cargas que les son aplicables y en número suficiente para garantizar la evacuación de los caudales de humo.
También se ha procedido a la instalación de cristales capaces de soportar las cargas previstas, tanto en los nuevos exutorios como en las superficies fijas de la cubierta del lucernario.
De la misma forma, se ha actualizado el equipamiento de seguridad, con el fin de lograr una mejor integración en el sistema de control ya existente. También se se han sustituído algunos equipos por otros adaptados al centro de control ya existente y se ha adecuado el cableado al último reglamento europeo.
Finalmente, el último modificado permite el cambio de iluminación de los andenes mediante tubos fluorescentes a luminarias tipo LED, más eficientes y que originan menores afectaciones a los andenes por mantenimiento.