Consuelo Martínez, la abuela de Santovenia de San Marcos, es uno de esos personajes entrañables que se convierte en una referencia, en una visita obligada cuando pasas cerca. Por su cercanía, las puertas abiertas y las de su gente, la conversación, los recuerdos de una larga vida de trabajo que siempre tenía su punto de referencia en ese pueblo del que nunca salió, del que nunca quiso salir... hasta que no hubo otro remedio, la vida manda. Allí aguantó porque allí era donde más feliz se encontraba, con su paseo al sol, contemplando la vida desde su amplio ventanal, acompañada de alguno de sus sobrinos. 109 años la contemplaban, con gran lucidez. Con 107 aún acudió a votar .
- ¿Nunca salió de Santovenia?
- Nunca. Bueno, hubo una época en la que salía todas las mañanas, al amanecer, hubiera nieve o lloviera,andando hasta coger los camiones que las llevaban hasta Camposagrado, que tenía allí el trabajo, plantamos miles de pinos, que ahí están para que los vean. Eran para el Estado, un trabajo muy duro.
Siempre recordaba ese trabajo, también que tenía miedo a la pandemia, «porque nunca vi otra cosa igual».
Siempre la recordaremos a ella, tampoco hubo otra cosa igual.
Adiós a la abuela que plantaba pinos
Consuelo Martínez Díez, de Santovenia de San Marcos, era una de las abuelas de la provincia, con 109 años ya cumplidos pero este sábado se apagó su larga vida, de mucho trabajo, como ella misma recordaba, cuando iba a plantar pinos hasta los montes de Camposagrado
04/10/2021
Actualizado a
04/10/2021
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