Agua embolsada para mayor precisión al atacar las llamas desde medios aéreos en situaciones adversas

Una alianza europea prueba en Fontanos de Torío los últimos avances en extinción de incendios

D.L.M.
17/11/2016
 Actualizado a 10/09/2019
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Una de las novedades que se van probar hoy en el campo de maniobras de Fontanos de Torío por la alianza AF3 es el uso de agua embolsada para atacar las llamas desde medios aéreos. Se trata de una sencilla innovación que, sin embargo, puede suponer un gran avance en el uso de hidroaviones por su mayor eficacia. Como ha explicado uno de los miembros del operativo, con el agua embolsada es más fácil poder arrojar el líquido elemento desde el hidroavión en un blanco concreto. De este modo, se pueden salvar, entre otros, los obstáculos naturales como las montañas. En terrenos abruptos, los medios aéreos, en ocasiones, no pueden remontar con facilidad la pendiente y tienen que arrojar la carga desde cotas demasiado altas, lo que dispersa el material, que muchas veces queda sostenido en una especie de nube y no termina donde debería, sobre las llamas. Pero con agua embolsada, el peso de la carga no se reparte, de forma que las bolsas pueden ser utilizadas como balas que vayan directamente a las llamas sin perder eficacia. Además permite que aviones o helicópteros vuelen más bajo, facilitando la tarea de descarga a los pilotos. En el apartado medioambiental, las bolsas son biodegradables para evitar contaminar los espacios naturales.

Línea de extintores


Otra de las novedades que se testará hoy en Fontanos consiste en el despliegue de una línea de ‘extintores’ que se activan de forma automática cuando las llamas llegan a sus inmediaciones. El sistema tampoco es nuevo, pero ha sido perfeccionado para que funcione como aspersores que descargan el agua de una forma menos peligrosa para los efectivos que se encuentran trabajando en las inmediaciones.

Sensores


También se desplegarán un buen número de sensores capaces de medir parámetros fundamentales para predecir el comportamiento del incendio y simular su evolución, con información en tiempo real.

Entre los dispositivos que se probarán se encuentran sensores capaces de medir diversos parámetros del viento (dirección, velocidad, temperatura, etcétera) en distintas capas en altura hasta unos doscientos metros. Entre las aplicaciones que tiene el uso de esta tecnología se encuentra, por ejemplo, el cálculo de las posibilidades de que se produzca el efecto chimenea, uno de los factores que complica sobremanera la extinción de las llamas.

También se desplegarán drones para enviar imágenes en movimiento en tiempo real a los centros de toma de decisiones, mejorando las actuales ortofotos que ya utilizan los servicios de la Junta. Por último, también se desplegarán diversos sistemas de comunicaciones para mejorar la interacción de los distintos componentes de los operativos desplegados.
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