Alcalde, madreñero y conductor hasta los 103 años: Pancho

Francisco Valbuena, Pancho para sus vecinos de Crémenes, fue el conductor más longevo de España, con 103 años, además de ser uno de esos montañeses listos y emprendedores, en su caso tuvo una fábrica de madreñas

24/11/2024
 Actualizado a 24/11/2024
Francisco Valbuena, Pancho, cogía cada día su R-18 para ir a desayunar a Cistierna o a jugar la partida a Riaño. | MAURICIO PEÑA
Francisco Valbuena, Pancho, cogía cada día su R-18 para ir a desayunar a Cistierna o a jugar la partida a Riaño. | MAURICIO PEÑA

"Donde más disfruto cada día es conduciendo mi Renault 18, muy viejo pero que no lo cambio, no por cuestión económica sino porque le he cogido cariño porque el primero que tuve fue un Chrevolet y no me dio más cambiarlo... y, además, jamás he tenido ningún percance con éste ¡Y tengo todos los puntos!, que no creo que los tengan ustedes con tanto adelantar y dejar pasar, en la carretera hay que andar con siete ojos". La larga explicación/reprimenda era de Francisco Valbuena, Pancho para sus vecinos de Crémenes, que con 102 años seguía conduciendo su viejo R-18. Como era el conductor más longevo de España fuímos a hacerle un reportaje, para lo que le adelantábamos y esperábamos para hacerle fotos al pasar, lo que gustó nada a Pancho, que tenía su carácter y, además, su lema era que en la carretera "bromas las justas" y sabía de lo que hablaba pues había sido un profesional del gremio.

Disfrutaba conduciendo. Por ello, cada mañana bajaba a Cistierna a comprar el periódico donde Resti —"le he ofrecido llevárselo yo y se enfada"— y después a desayunar a la Confitería Montañés. Y, por las tardes, nuevamente a la carretera para jugar la partida en Riaño, con sus peros. "A mí lo que me gusta es el dominó, pero ya no quedan buenos jugadores".

El resto del tiempo en casa, leyendo el periódico, aunque explicaba "el periódico no, el ABC, que es un periódico serio y a vosotros (La Nueva Crónica) os ha mejorado"; se enfadaba con las noticias de la tele —"aquí ya no hay orden ni concierto"—, atendiendo las llamadas de teléfono. Prácticamente hasta el final de sus días (en el verano de 2019) fue autosuficiente este personaje en el que la longevidad al volante solamente era una anécdota, de récord (había sacado el carnet de conducir en 1935), pero nada importante dentro de la vida de un trabajador, empresario, conductor y alcalde de Crémenes, que todo lo fue Francisco Valbuena, un centenario que se enfadaba si iba al médico y le argumentaba que "es que a su edad...", ante la que reaccionaba: "¿qué quiere decir, que ya tenía que haber muerto?".

Irrepetible, inolvidable...

Volvió Pancho a la memoria pues este sábado recorría León la fiesta de las madreñas; y en ese sector fue un referente nuestro inolvidable Francisco Valbuena, que supo ver pronto el salto de los artesanos a la fábrica de madreñas. Y montó una, recordadada en toda la comarca. "Estaba ahí, en la carretera que va hacia Argovejo".

Y sacaba del altillo viejas facturas, libros de cuentas... y de su prodigiosa memoria arrancaba recuerdos que ilustraban los números fríos de la fábrica. "Llegué a tener 12 empleados, todos de la comarca, lo que más pena me da es que cuando la cerré la desmantelaron entera, me hubiera gustado mucho que hubieran hecho con ella un museo o algo así. Y a la gente también le hubiera gustado, que me lo dicen todos, pero...".

Y remata ese pero con una frase que era muy suya, muy de su forma de ver la vida: "Pero en este país está todo manga por hombro ¿O no?". 

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