Alonso quiere explorar la vía de acometer el cierre ordenado del interior de la Hullera

El empresario minero Victorino Alonso se reunió este jueves por la mañana con el comité de empresa de la Hullera Vasco-Leonesa en la sede de UGT en León. En el encuentro también estuvo presente Unión Minera del Norte, S.A. (Uminsa), empresa minera vinculada a la propuesta de Victorino Alonso junto con la compañía Polibest. En esta tercera reunión, Alonso explicó que la situación actual del mercado del carbón hace prácticamente imposible poder cumplir su compromiso de recolocar a la plantilla de la Hullera a corto plazo, si bien abrió las puertas a otras posibilidades, como encargarse del cierro ordenado del interior.

El interés por el cielo abierto sigue en pie, pero con esta propuesta podría cumplir el compromiso laboral Cabe recordar que en los encuentros mantenidos anteriormente para tratar el interés de Alonso por hacerse con el cielo abierto y el lavadero de La Robla, el empresario había puesto sobre la mesa una oferta en la que se comprometía a recolocar a los mineros en Uminsa en sus distintos centros de trabajo -tanto de minería subterránea como de cielo abierto- de El Bierzo, Tineo y Cerredo y, también, como operadores del propio cielo abierto y lavadero de Santa Lucía y La Robla.

Eso sí, desde la primera reunión  Alonso dejó claro en su propuesta que el ritmo y número de las contrataciones previstas estaría condicionado, por una parte, por las ventas de carbón a las centrales térmicas y, por otra, por la cadencia de las prejubilaciones que se produzcan en su plantilla actual.  Una recolocación que, dadas las circunstancias del mercado, no podrá llevarse a cabo a corto plazo en el caso de que la propuesta de Alonso sea la elegida a la hora de adjudicar el cielo abierto.

El interés del empresario por hacerse con las unidades de producción de exterior de la Hullera sigue siendo claro, y ahora da un paso más. Así, y según indicaron desde el comité de empresa, durante el encuentro de ayer Alonso les hablo de una nueva posibilidad, y es que el empresario está «explorando la vía» de acometer el cierre ordenado de las explotaciones de interior de la Hullera. De esta manera, en el caso de que fuese él quien llevase a cabo estos trabajos en materia de seguridad y medio ambiente, sí podría hacer una oferta laboral para contratar a los excedentes de plantilla de la Vasco para llevar a cabo estas tareas a través de Uminsa.

Los trabajadores de la Hullera han venido reclamando, y así lo hicieron con el encierro de cuatro mineros en el Pozo Aurelio, el adelanto de las ayudas al cierre del cierre del interior. Esta medida permitiría mantener empleo para unos cien trabajadores durante 36 meses, que  podrían ser prorrogables otros 18 meses por motivos medioambientales o de seguridad. Sin embargo, el Ministerio de Industria ha dejado claro que no es aplicable a la Hullera,  que mantiene deudas con la Seguridad Social y Hacienda.

Tras el encuentro, Uminsa remitió un comunicado de prensa  en el que confirma esta intención de llevar a cabo los trabajos del cierre del interior, señalando que la información recibida por el comité de la Hullera sobre este procedimiento es que la Junta de Castilla y León «confirmó la imposibilidad de que ni Peal (la otra empresa interesada en presentar oferta por el cielo abierto), ni la Administración Concursal, puedan recibir fondos del Instituto para la Reestructuración de la Minería del Carbón que permitan sufragar los costes del Plan de Cierre de la mina de interior y que por el contrario Uminsa sí podría optar a solicitar tales ayudas, ofreciendo además la Junta un crédito puente para afrontar de manera inmediata los gastos derivados del cierre ordenado». Asimismo, indica que mantiene su oferta de recolocaciones en sus explotaciones, pero que estarán muy condicionadas «por la decisión de Endesa de no comprar carbón».

Con este planteamiento, Uminsa considera que «no existe ya ningún motivo para seguir retrasando la subasta de las unidades productivas, poniendo en riesgo la operación que generará importantes sinergias al conjunto de las empresas intervinientes, mejorando así su competitividad para lograr la supervivencia de la actividad minera» que, en el caso de Uminsa y Polibest aún podría sostener más de 500 empleos directos y unos 2.000 indirectos.