Los vinos de la añada 2023 de la Denominación de Origen León lograron este viernes la calificación de ‘excelente’ por séptimo año en su historia y el segundo consecutivo, según la valoración del comité calificador integrado por directores técnicos de otras denominaciones de origen, sumilleres, viticultores, representantes de la hostelería y periodistas especializados.
Esta calificación supone “un espaldarazo sin duda a la labor de los viticultores, bodegueros, enólogos y el propio Consejo Regulador”, según según resaltó el presidente de la DO, Rafael Blanco, quien reconoció que “objetivamente” ya se “intuía” la calificación de ‘excelente’ “debido a la calidad de los rosados”. Además, apuntó que “han sorprendido sobre todo los blancos y su calidad”.
Blanco expuso que, “en un ejercicio de honestidad”, no se hizo ninguna precata o preselección previa, lo que supuso una decisión “valentía”, ya que entre los diez caldos catados se encontraban un vino ecológico y uno de una cooperativa, “algo poco habitual en una calificación de una añada”.
“También ratifica esa calidad las 24 medallas obtenidas en los primeros concursos internacionales del año, de especial valor las del concurso mundial del Bruelas, que tiene una cata específica para rosados, en las que se obtuvieron unas cinco medallas, en una gran competencia con los rosé franceses e italianos”, apuntó el presidente de la DO León.
El comité de calificación lo constituyeron doce catadores, que fueron el director técnico de la DO Rioja, Pablo Franco; la directora técnica de la DO Bierzo, Carmen Gómez; el director técnico de la DO Ribera del Duero, Álex González; el gerente de la DO Cigales, Raúl Escudero; la enóloga gallega Olga Verde; el enólogo Francis Giganto; el enólogo Rafael Alonso; la sumiller y campeona provincial provincial por tercer año consecutivo, Mónica González; la sumiller del restaurante Pablo, Lidia Martín; el sumiller y hostelero Marcos Vidal; el presidente de la Academia Leonesa de Gastronomía, Pepe Cañedo; y la gerente de la Asociación Hostelería León, Paula Álvarez.
El comité de calificación tomó como referencia para la evaluación de la cosecha 2023 de la DO León cuatro vinos blancos elaborados con uva de la variedad Albarín y cuatro rosados y dos tintos, ninguno de ellos con paso por madera, de Prieto Picudo, las dos viníferas autóctonas con las que prácticamente todas las bodegas adscritas al Consejo Regulador elaboran sus monovarietales de alta calidad. Todos ellos valoraron su “gran viveza, limpieza y pureza y el marcado carácter varietal” de los vinos que se elaboran en esta zona de producción del sur de la provincia, en este caso a partir de una vendimia “de gran calidad” y casi 3,1 millones de kilos de uva.
La enóloga que desarrolla su actividad profesional en Rías Baixas y Bierzo y es viticultora y expresidenta de Bierzo Enoturismo-Ruta del Vino del Bierzo, Olga Verde, participó este viernes por segunda vez en el comité de calificación de la añada y se mostró “muy sorprendida” por la “calidad de los blancos en todos los aspectos”. Para ella, la DO León “tiene variedades únicas y propias” y el Albarín es “único y versátil” con “elaboraciones impecables” y “vinos desde muy aromáticos, muy directos y muy fáciles de beber” a otros “con más peso de boca, más potencial de envejecimiento”. En definitiva, “una variedad con muchísimo potencial” y que, hoy en día, “con un aumento de consumo en los vinos blancos”, podría suponer “una punta de lanza que puede ayudar a hacer territorio como DO.
Por su parte, la directora técnica de la DO Bierzo, Carmen Gómez, consideró que “los productores tienen que apostar por la variedad Prieto Picudo para elaborar rosados” porque “son francamente buenos”. Respecto a los de este año, señaló que “estaban muy logrados” y contaban con “una nariz fantástica, una boca estupenda y una forma de elaboración con madreo que le da una calidad fabulosa”.
Finalmente, el director técnico de la DO Rioja, Pablo Franco, fue el encargado de hablar del “vino por excelencia”, el tinto, “con una añada de gran definición varietal” a pesar de ser un año “muy complicado con un verano extremadamente seco y lluvia justo en el momento de la vendimia”. A pesar de ello, “se ha conseguido definir el vino” y hacer “crecer” el Prieto Picudo “con una identidad propia, frescura, viveza, notas frutales o de monte bajo”.
El acto tuvo lugar en el Hotel Real Colegiata de San Isidoro y contó con presencia en la lectura del acta de representantes de distintas administraciones públicas, entre ellos, el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, encargado de leer el acta, el alcalde de León, José Antonio Diez, el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, el diputado provincial del Área de Productos de León, Roberto Aller Llanos, o el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en León, Eduardo Diego.