Los datos del verano ya lo apuntaban, pero los del otoño lo están confirmando. León se encamina a cerrar el año con los mejores datos de actividad de los alojamientos hoteleros desde que comenzó la serie histórica que proporciona el INE y que comenzó hace justamente un cuarto de siglo.
El panorama es por tanto radicalmente distinto al que nos encontrábamos hace apenas tres años, cuando la pandemia de coronavirus y las restricciones para hacerle frente nos hacían hablar en estas páginas de una debacle para los alojamientos y la hostelería.
Los viajeros
Los datos difundidos este jueves permiten hacer un balance de los diez primeros meses del año, que dejan un total de 780.195 viajeros que han pasado por los hoteles, apartahoteles, moteles, hostales, pensiones, fondas y casas de huéspedes de la provincia de León. Esto supone un incremento del 5,2% en comparación con los 741.672 turistas que se habían contabilizado entre enero y octubre de 2022.
Las pernoctaciones
El del año en curso es, como decíamos al principio, el mejor resultado en un periodo similar desde que hay datos y esta misma tendencia se observa además en las pernoctaciones, que al final es lo que marca realmente la actividad de los alojamientos. En este caso, la cifra se sitúa en 1.222.386 durante los diez primeros meses del año, lo que representa una tendencia al alza ligeramente superior al 4% en comparación con el dato de 2022, que se había situado únicamente en 1.174.424 pernoctaciones en los alojamientos hoteleros de la provincia de León.
Mientras, los datos reflejan una estancia media de 1,56 días entre los turistas que pernoctaron durante los diez primeros meses del año en los alojamientos hoteleros de la provincia. El dato se se reduce ligeramente con respecto al al mismo periodo de 2022, cuando se había situado en 1,58 días pero la caída es mayor si establecemos la comparativa con los años de la pandemia.
Es quizá la única cara negativa que muestran las estadísticas, que ahora vienen muchos más turistas pero se quedan menos tiempo. Durante los diez primeros meses del año 2020 se había registrado una estancia media de 1,8 días y al año siguiente fue de 1,7 días. La crisis sanitaria hizo que los turistas se movieran menos y permanecieran más noches en el destino elegido, siempre según el análisis de los datos que proporciona mensualmente el INE. En este sentido, las ciudades pequeñas y los pueblos se convirtieron entonces en los lugares favoritos de mucha gente que huía de las aglomeraciones y buscaba tranquilidad en plena crisis sanitaria.
Establecimientos y plazas
En la provincia había el mes pasado 264 alojamientos hoteleros con 5.438 habitaciones y 10.046 plazas que alcanzaron un grado de ocupación del 42,57% (roza el 55% los fines de semana). Finalmente, el personal empleado se situaba en un total de 912 personas.
Cabe destacar que el balance de los diez primeros meses del año se completará el 1 de diciembre con los datos de los alojamientos extrahoteleros, es decir, del turismo rural, las viviendas turísticas, los albergues y los cámpines.