Fue un duro golpe, pero el barrio, considerado durante años una de las principales entradas a León, remontó el vuelo. Su situación, en las afueras de la capital, de la que lo separa el río, le permitió cierta independencia, crecer manteniendo una identidad propia que a día de hoy conserva. "Puente Castro es totalmente diferente al resto. Su configuración, por lo menos la antigua, hace que parezca un pueblo dentro de la ciudad. Tiene un encanto especial", subraya Pedro Llamas, el concejal del Ayuntamiento de León que tiene asignado el barrio dentro de sus funciones. Además, es también zona de paso del Camino de Santiago, lo que da cierta vida a sus calles, por las que no es difícil ver pasear a los peregrinos.
El puente que da nombre al barrio se construyó en piedra en el siglo XVIII sobre los restos de uno anterior de la época romana
Como ha ocurrido con muchas áreas de León que cuentan también con historia, con cierto recorrido, Puente Castro ha atravesado altibajos, no siendo la actual su época de mayor apogeo. Aun así, tanto desde el Ayuntamiento como desde la Asociación de Vecinos, saben valorar sus puntos fuertes, al tiempo que controlan sus necesidades y reclaman aquellos cambios que les permitirían mejorar.
Por parte del Consistorio, Llamas subraya la buena sintonía que existe con sus habitantes, a los que considera gente "muy cercana, muy campechana, y con la que resulta fácil hablar". De ellos recibe las quejas, las propuestas para impedir que Puente Castro caiga en el aislamiento. "Es cierto que si en su día fue una zona casi principal de acceso a León, ahora esta cualidad está muy aminorada, hay más alternativas, por lo que al final lo que tratamos de conseguir es que el barrio pueda contar con unos buenos servicios para que sus vecinos tengan una buena calidad de vida, igual que en el resto".
Siguiendo con las comunicaciones, también su enlace con La Lastra está pendiente de rematar, aunque en este caso para el edil no apremia su conclusión, porque aquella actuación que se "consideraba años atrás esencial para evacuar el tráfico, al estar todavía el polígono de La Lastra sin desarrollar no parece ser tan urgente".
Puente Castro fue la judería más antigua e importante de todoLeón hasta que en 1196 fue arrasada
Por lo demás, según Llamas, no hay grandes peticiones. "Reclaman un poco lo que todos, limpieza en el barrio, reposición de aceras, asfaltados, bancos… lo que son los pequeños problemas que te puedes encontrar en el día a día", dice. Hace poco, "mérito sobre todo de los vecinos y de la juventud del barrio –comenta– se han recuperado las fiestas de San Pedro, que llevaban años sin hacerse" y recuerda también, como ejemplo, que la ribera del Torío se acondicionó durante el primer año de legislatura del actual equipo de Gobierno. "Había problemas con las crecidas del río, con el puente, etc. y se firmó un convenio con el Ministerio para ejecutar unas obras, de casi 200.000 euros y muy demandadas". "Hacemos lo que podemos dentro de nuestras posibilidades", zanja.
Proyectos "colgados"
La Asociación de Vecinos, para la que el barrio "ha ido evolucionando favorablemente", mantiene igualmente que «las afueras siempre están más abandonadas que el resto» y a Puente Castro le hace falta que se le eche una mano. Lo dice su presidenta, Flori Fernández Castro, que lleva alzando la voz de sus habitantes unos 14 años, una labor que está pensando incluso en dejar por desgaste. "En Puente Castro existe cierto abandono porque hay proyectos que se quedan sin hacer, que se ofrecen a los vecinos y que incluso se aprueban, pero que al final permanecen colgados no sabemos muy bien dónde".
Entre ellos cita la promesa de un polideportivo para el barrio y un centro cívico, el Museo de las tres culturas, "que sigue con cuatro paneles sin más", dice, el enlace con La Lastra al que también hace referencia Llamas y varias conexiones e infraestructuras.
Es también zona de paso del Camino de Santiago, lo que da cierta vida a sus calles, en las que no es difícil ver peregrinos
También ve necesario el arreglo del puente que da nombre al barrio y que se construyó en piedra en el siglo XVIII sobre los restos de uno anterior de la época romana. «Sus problemas nunca se solucionan desde los cimientos», lamenta Fernández Castro consciente de que esta infraestructura es la mejor carta de presentación de Puente Castro, un barrio cuya historia ve imprescindible ensalzar. Su legado judío y romano merecen, en su opinión, un mayor reconocimiento que, además, cree que se si le da supondría un importante impulso para el barrio.
Con "todas las posibilidades"
Dejando esto al margen, apunta que los parques y zonas verdes están bien cuidados, aunque se podrían reponer columpios, y que servicios como el autobús o el alumbrado también funcionan correctamente. Por poner una pega, habla de la dejadez de algunas zonas, como rotondas en las que la maleza alcanza "la altura de una persona". También en cuanto a la vida del barrio ve negativo que algunos de los pocos negocios que había, todos ellos pequeño comercio, hayan tenido que echar el cierre y no hayan vuelto a recuperarse, pero eso no impide que sea optimista en cuanto al futuro. Para Flori Fernández Castro existe "la esperanza de que el barrio vaya mejor, porque tenemos todas las posibilidades y una historia que desde luego habría que poner en valor aprovechando también que somos una de las entradas a León y zona de paso del Camino de Santiago. Solo con tener en cuenta eso, desde el Ayuntamiento de León ya deberían tener a Puente Castro mucho más en cuenta", subraya.