Cuatro meses sin pabellón para los estudiantes. Este es el drama que lleva padeciendo el colegio bilingüe Antonio Valbuena desde que dejaron de utilizar el polideportivo César Álvarez, de titularidad municipal, «por motivos de seguridad», la mejor decisión posible ante el mal estado del edificio pero que forzó al centro a modificar el lugar donde practicar sus actividades deportivas, extraescolares y complementarias, que ahora se llevan a cabo dentro del recinto escolar.
El anuncio no pilló por sorpresa a nadie ya que unos días antes de tomar la decisión, el 26 de septiembre concretamente, la directora del centro remitió un escrito al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo comunicando las «graves deficiencias» que padecía el inmueble y solicitando la «urgente» evaluación y reparación del mismo, un asunto sobre el que ya había informado nueve meses antes el anterior equipo directivo. Y es que en enero del 2023, el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo comunicó el cierre parcial y de forma temporal del lugar ante los desperfectos ocasionados por las lluvias, pero pocas semanas después reabrió sus puertas al público. No sería hasta principios de noviembre cuando el César Álvarez cerraría sus instalaciones de manera permanente.
Un mes después, en diciembre del 2023, el Procurador del Común escribe una resolución destinada a la alcaldesa de la localidad, la leonesista Ana María Fernández Caurel, exponiendo los argumentos facilitados por el Consistorio y la Consejería de Educación con relación a la situación del pabellón y con el objetivo de conseguir una solución eficaz y «adecuada».
El técnico pide el cierre
En el escrito del Procurador se hace referencia al informe del arquitecto técnico municipal, datado el 26 de octubre, en el que se pedía el cierre del polideportivo tras la caída del techo del pabellón y la «grave situación» de la instalación. En dicho informe, que recogía todos los requerimientos de modificaciones recomendadas desde hace casi dos décadas, el técnico avisó de que se debía clausurar el edificio debido al «peligro eminente» que arrojaba dicho pabellón «debido a los desprendimientos de techos y su filtración de agua de la cubierta, lo cual podría provocar un grave accidente en los usuarios de la instalación» y solicitar, además, la reforma integral del mismo con «carácter de urgencia».
Por su parte, la Consejería de Educación informa al Procurador del Común de que el polideportivo es de titularidad municipal y que se construyó en el marco del ‘Convenio para el desarrollo del Plan de Extensión de la Educación Física y el Deporte Escolar en los centros docentes no universitarios’, firmado el 22 de septiembre de 1989 entre el Ministerio de Educación y la Comunidad de Castilla y León. Dos años después, siguiendo con dicho convenio, se firmó en 1991 un acuerdo entre el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo y la Dirección Provincial para el uso y gestión de las instalaciones, acuerdo que establecía que los alumnos tendrían prioridad para su utilización dentro del horario escolar.
Basándose en esta premisa, la Consejería expone que «no tiene competencias al respecto» y que no prevé ninguna inversión dado que el mantenimiento, la vigilancia y las reparaciones ordinarias corresponden al Consistorio. Desde el otro lado, el concejal de Deportes del Ayuntamiento, Manuel Romero, asegura que se trata de un convenio «desfasado» ya que no impone fechas límite y confiesa que la intención del equipo municipal es elaborar uno nuevo «adaptado al siglo XXI» remarcando que «en los tiempos modernos se fijan plazos para la gestión de este tipo de instalaciones».
A las puertas del pabellón, Romero traslada su «empatía absoluta» con el alumnado del colegio Antonio Valbuena y reconoce que le ofrecieron al centro trasladar sus actividades al polideportivo Camino de Santiago, pero que el equipo directivo rehusó esta oferta al suponer un desplazamiento demasiado desfavorable para sus estudiantes. «Cuando llegamos al gobierno municipal (primera semana de julio de 2023) nos encontramos un pabellón en muy mal estado. Ahora cuenta con averías importantes, sobre todo en los vestuarios y los baños, aunque las canchas se podrían utilizar, pero el edificio necesita una reforma integral», subraya Romero.
Búsqueda de financiación
En lo relativo a la búsqueda de financiación para solucionar el problema, el leonesista desliza que conversarán con la Junta y el Ayuntamiento de León, ya que el alumnado pertenece al consistorio de la capital. Además, acusa a la oposición de haber tumbado la ordenanza reguladora de la tasa de residuos tras la disolución de Gersul (servicio a cargo de la Diputación), por lo que deben retraer un millón de euros del presupuesto municipal, un hecho que no facilitará la inversión en el César Álvarez. El concejal también confirma que la ayuda para la sustitución de la cubierta del pabellón, cifrada en tres millones de euros, se encuentra «en tramitación» a la espera de salir adelante, al igual que el informe final del arquitecto técnico municipal, un informe que «está bastante avanzado, a la espera del visto bueno del Ayuntamiento».
El Procurador del Común recuerda en su escrito que la disposición en el centro de unas condiciones adecuadas de seguridad e higiene es uno de los aspectos del derecho de los alumnos a que se respete su identidad, integridad y dignidad personales. «Si esto es aplicable a los centros educativos en sentido estricto, también ha de aplicarse a las instalaciones que, aunque no estén dentro del recinto escolar, se hallen destinadas al uso prioritario del alumnado de los centros educativos en el marco de la prestación de un servicio educativo de calidad», anota la Procuradoría.
Reforma o sustitución
Siguiendo esta premisa, el Común pide tanto a la Consejería de Educación como al Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo «establecer una vía de diálogo para que, una vez determinadas las deficiencias que presenta el colegio Antonio Valbuena, se disponga de una instalación reformada o que sustituya a la actual con la mayor celeridad posible». En este sentido, el Procurador incide en que la Consejería no puede «eludir su responsabilidad» de dotar de una instalación utilizable para el centro, aunque sea tarea de la corporación municipal el llevar a cabo su mantenimiento y conservación.
Finalmente, el informe del Común resuelve que tanto la Consejería de Educación como el Ayuntamiento de San Andrés del Rabanedo están llamados a actuar «bajo los principios de colaboración, cooperación y coordinación, para abordar, con la mayor inmediatez posible, la forma de dotar al colegio Antonio Valbuena de una instalación adecuada que permita a su alumnado realizar, con absoluta normalidad, las actividades educativas y deportivas, incluidas las extraescolares y complementarias».