Arba, Zamora Viva y Ecologistas Zamora presentan alegaciones contra la planta de biomasa de La Robla

Creen que las emisiones pueden afectar a la salud por el uso de combustibles vegetales

Ical
14/07/2024
 Actualizado a 14/07/2024
Imagen de archivo. | ICAL
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Los colectivos Arba, Zamora Viva y Ecologistas Zamora presentan alegaciones contra el proyecto que modificaría los usos agrícolas y las emisiones de la planta de biomasa de La Robla ya que sus emisiones podrían afectar a la salud de la población.

Defienden la planta emitirá grandes cantidades de CO2 que no se valoran en el proyecto, como son 408.000 toneladas de CO2 al año, además de otros gases perjudiciales para la salud. Además no cuenta con un plan de captura de carbono para luchar contra el cambio climático. “De ninguna forma podemos decir que se trata de una producción ni sostenible ni renovable”, dicen.

Según estas agrupaciones, los cambios de uso agrícola potenciará indirectamente los monocultivos, como es el caso del maíz, para generar subproductos para la incineración, “lo cual implica una pérdida de biodiversidad y la reducción de otro tipo de cultivos, además de la destrucción del medio natural de miles de plantas, flores, insectos y buena parte del ganado menor, además de potenciar el consumo de agua, dentro de un contexto en el que se espera que disminuyan las precipitaciones entre un cinco y un siete por ciento en los próximos años”, explican.

Denuncian que se está produciendo una sustitución de las centrales de carbón por otras de biomasa “porque supuestamente las primeras provocaban mayores emisiones de gases de efecto invernadero y producían mayores niveles de contaminantes. Sin embargo la evidencia científica más reciente cuestiona este supuesto.”. Según los datos que aportan estos colectivos, las centrales de biomasa emiten un 150 por ciento más de CO2 que las de carbón, y entre el 300 y el 40 por cien del CO2 que las de gas natural, lo que supone “más tóxicos y más problemas cardiovasculares”. 

“La incineración de biomasa herbácea, que puede contener restos de plaguicidas, puede incrementar significativamente la producción de dioxinas y otros elementos tóxicos. En el caso de la incineración de caña de soja, las concentraciones de NOx y CH4 son más altas que cuando se incineran combustibles tradicionales”, añaden. 

Arba, Zamora Viva y Ecologistas Zamora reclaman que las políticas públicas se centren en la reducción del consumo y en el incremento de las masas forestales autóctonas como mejor método para secuestrar el carbono. 

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