Los amantes del esquí comienzan a ser conscientes de que disfrutar del deporte en la provincia de León es cada vez más complicado. Las nevadas de antaño apenas se recuerdan y comienza a convertirse en costumbre arrancar el año nuevo con las estaciones leonesas cerradas. Ha vuelto a ocurrir en este 2024 recién comenzado y ya es la sexta ocasión en la última década que tanto la estación de San Isidro como la de Valle de Laciana - Leitariegos arrancan la hoja del calendario que corresponde al 1 de enero sin actividad.
El pasado año ambas abrieron sus puertas a partir del 21 de este mes, aguantando la temporada hasta finales de abril. Además, los años 2016, 2017, 2019 arrancaron con ambas estaciones cerradas, lo que supone que la mitad de la última década no se pudo esquiar hasta el mes de enero.
Todas las estaciones de esquí de la Cordillera Cantábrica se encuentran cerradas actualmente, también las del SIstema Central, la mitad de las del Sistema Ibérico y en el resto de España aquellas que están abiertas lo hacen con un número muy reducido de kilómetros esquiables.
Una situación que sin duda supone todo un problema para aquellos municipios en este caso de la montaña leonesa que esperan como ‘agua de mayo’ la nieve con el objetivo de reanimar su economía. Puebla de Lillo o Villablino son seguramente los dos más afectados por esta ausencia de actividad en sus estaciones de esquí, que hacen también replantearse incluso proyectos de cara al futuro como la ampliación de Leitariegos, donde sin duda los condicionantes meteorológicos deben plantear soluciones para sacar de la temporalidad estos espacios de ocio y rediseñar los actuales, que se han demostrado sin éxito tras lo visto el último verano.
Arranca el año sin nieve en las cumbres esperando que éstas lleguen lo antes posible sabiendo que, allí seguro, ‘año de nieves es año de bienes’.