El secretario general de Asaja en Castilla y León, José Antonio Turrado, propuso este martes que la Diputación de León y la Junta subvencionen «de forma compartida» el cien por cien del coste de la recogida de leche en la montaña leonesa para mantener la ganadería tras el anuncio del cese de la actividad de recogida por parte de la cooperativa LAR, en situación concursal. En declaraciones recogidas por Ical, Turrado recordó que la ruta de recogida de leche en la alta montaña leonesa es «una de las pocas rutas que quedan» no solo en Castilla y León, sino en el conjunto de España, porque «ya no hay ganadería de leche en la montaña» y es, por tanto, un reducto «positivo» al que Asaja se agarró para que esta actividad «no desaparezca».
Turrado comprendió la decisión de LAR porque se trata de una ruta de recogida «a pérdidas», pero por ello consideró que la solución a este problema debe estar en que «alguien subvencione el cien por cien del coste de recogida». En este sentido, propuso que la medida sea llevada a cabo «de forma compartida» por la Diputación de León y la Junta de Castilla y León, porque «si no se da una solución hoy, mañana nos vamos a encontrar con la desagradable situación de que desaparezcan los últimos valientes que producían leche en zonas como la montaña de León», y que Turrado cifró en una docena.
Desde Asaja se mostraron conscientes de que el problema para encontrar otros compradores radica en que los costes de recogida son «inasumibles» debido a la distancia, a la orografía y a que el volumen de leche se ha ido reduciendo, pero «no a que no haya demanda, como ha ocurrido en otras ocasiones». Además, el sindicato puso de relieve que los ganaderos de de las comarcas de alta montaña de Omaña y Babia han mantenido su actividad «con un gran sacrificio personal por la dureza de una profesión en la que es difícil la mecanización por el minifundismo, por la dificultad para conseguir buenas condiciones de venta y por los mayores costes en todas las inversiones y los insumos que se emplean en una ganadería». Así, explicaron que «han resistido como campeones y han tenido mucho mérito, pero nadie se lo ha agradecido ni nadie le ha pagado el esfuerzo que han hecho».
Por su parte, la alianza Unión de Ganaderos y Agricultores de León-Unión de Pequeños Agricultores (Ugal-Upa) también reclamó a la Junta de Castilla y León, como administración responsable en materia agraria, que, «como ha hecho en otros casos en la Comunidad», busque una solución ante el anuncio de cese de actividad de recogida de leche por parte de la cooperativa LAR a los ganaderos de la montaña leonesa. Una cooperativa «de origen cien por cien leonés», que «lleva como marca en los lineales de tiendas y supermercados desde el año 2010», por lo que para la organización agraria «la Junta debe demostrar con hechos que apuesta por defender el producto local, de cercanía y de valor añadido para el territorio rural».
Por este motivo, el sindicato exigió una respuesta del Gobierno autonómico para los ganaderos de las zonas de Omaña y Babia que se verán afectados por la «decisión unilateral de dejar sin recoger un producto perecedero como es la leche», lo que supone que «se abandona la recogida de leche de vacuno y a las pocas explotaciones lácteas leonesas que quedan en esta zona de la provincia, con grandes inversiones que aún no han amortizado», de forma que «se les deja al pie de los caballos sentenciándolas a muerte».
"Soluciones urgentes"
En este sentido, Ugal-Upa urgió a la Junta de Castilla y León que se involucre directamente y asuma la situación para «buscar soluciones urgentes para la recogida de leche a los ganaderos de la montaña leonesa», al tratarse de «un sector estratégico por causas sociales, económicas, territoriales y medio ambientales».