La Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja, de León ha pedido al delegado territorial de la Junta de Castilla y León en la provincia, Eduardo Diego, que la Administración autonómica impugne una ordenanza ganadera que salió a información pública en el Boletín Oficial de la Provincia del 3 de mayo y regula “el cuidado de los animales en su explotación, transporte, experimentación y sacrificio”.
El motivo para impugnarla es que, según la organización agraria, “invade competencias de otras administraciones públicas”, en particular de la Junta de Castilla y León, que tienen “sobradamente legislado sobre la materia y que están ejerciendo los controles oportunos para su cumplimiento”. Así, “no aporta nada relevante sobre lo ya legislado, salvo obligar a los propietarios del ganado a retirar los excrementos de los mismos cuando transiten por vía o espacios públicos”, para lo que el Ayuntamiento tipifica las infracciones, aunque se abstiene de fijar los importes económicos que corresponderían a cada una de ellas.
Asaja se preguntó si el alcalde de Boca de Huérgano “no tiene mejor cosa en la que echar su tiempo como servidor púbico ni mejor destino de los escasos recursos del Ayuntamiento” y pidió “respeto y consideración para con el sector primario, que sigue siendo fundamental para el desarrollo socioeconómico del municipio y de la comarca y fundamental para el cuidado de medio ambiente en el que se sustenta el turismo de montaña”.
“Cuando el sector se queja de la excesiva carga burocrática y de las exigencias en materia de medio ambiente y bienestar animal que llegan desde Europa y que castigan sobre todo al sector ganadero, resulta chocante que sea una administración local la que, lejos de mostrar empatía con la problemática de los vecinos, trate de quitarles su medio de vida”, lamentó la organización agraria.