Por otra parte, desde Asaja apuntan que en las zonas de montaña, donde por lo general siempre caen más precipitaciones, las lluvias acompañadas de temperaturas suaves «han mejorado unos pastos que se encontraban agotados por un verano muy caluroso y de nulas precipitaciones».
«Los datos registrados por las estaciones de Inforriego apuntan a precipitaciones, en lo que llevamos del mes de octubre, entre 50 y 60 litros por metro cuadrado en las zonas de cultivo de la provincia», resaltan.
Parte de las siembras de forrajes, y todas las siembras de colza, ya se han hecho en los primeros días del mes, y se espera que ahora con las lluvias la planta nazca, si aún no lo ha hecho, y se desarrolle con normalidad. Los cultivos de cereal están, con carácter general, sin sembrar, «por lo que ahora se necesita de unas semanas de tiempo seco y temperaturas suaves para poder trabajar en buenas condiciones», añaden desde la organización agraria. La mayoría de esta superficie es de cultivo de secano, aunque también se espera un incremento de las siembras en regadío para cumplir con las normas de la nueva PAC. En total, según las estimaciones de Asaja, se sembrarán de cereales de invierno, en la provincia de León, unas 110.000 hectáreas.
Asimismo, Asaja indica que «estas lluvias llegaron en pleno comienzo de la recolección del maíz, el cultivo cuantitativamente más importante de la provincia, y aunque obligaron a un parón en la cosecha, se reiniciará con normalidad en los próximos días tan pronto como deje de llover». De la misma forma, recuerdan que queda pendiente de recoger también una parte de la cosecha de patatas, y se estaba recolectando remolacha con destino a las fábricas de Acor en Valladolid o de AB Azucarera en Toro.
Sin efecto en los pantanos
Esta lluvia, que como ha dicho Asaja es «suficiente» para la situación agronómica actual del campo, apenas se ha notado en el cauce de los ríos y por lo tanto en la aportación a unos pantanos que se encuentran «muy necesitados, algunos prácticamente vacíos». No obstante, indican que «el año hidrológico ha comenzado ahora y en principio nada hace pensar que no se pueda lograr un llenado óptimo, o al menos el imprescindible, a lo largo de los próximos meses y hasta abril cuando comienza en León la campaña de riego de 2023».
En concreto, en el caso de los embalses de la cuenca del Duero situados en la provincia de León, el que menos ha notado las lluvias es el pantano de Villameca que no ha variado nada, estando al 4,7% de su capacidad con 0,9 hectómetros cúbicos. Por su parte, Barrios de Luna ha aumentado en 2,4 hectómetros cúbicos, que supone que esté al 8,6% de su capacidad con 26,6 hectómetros cúbicos.
Por otro lado, el que más ha crecido con 12 hectómetros cúbicos más es el embalse de Riaño, que está ahora al 31,5% de su capacidad con 205,4 hectómetros cúbicos; mientras que el Porma tan solo ha aumentado 4,2 hectómetros cúbicos, estando al 31,1% de su capacidad con 98,5 hectómetros cúbicos.