Dos tentativas de homicidio y un delito contra la seguridad vial en su modalidad de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas sentarán en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial de León este lunes, 29 de abril, a un varón para el que el fiscal pide una pena de 16 años de cárcel, ocho por cada una de las tentativas de homicidio y nueve meses de multa a razón de nueve euros diarios por el otro delito. El procedimiento está fijado para las 9:30 horas.
En sus conclusiones provisionales el fiscal señala que el acusado –mayor de edad y con antecedentes penales no computables a efectos de reincidencia y en todo caso cancelables– se encontraba en el interior de un bar de León capital sobre las 22:00 horas del 16 de noviembre de 2022. Allí mantuvo una discusión con otra persona y una mujer intentó mediar para calmar los ánimos. Fue entonces cuando el procesado, con el fin de «infundirle temor», según explica la Fiscalía, «la agarró fuertemente del collar» que llevaba alrededor del cuello. Se lo arrancó y le dijo: «te voy a matar, te voy a enterrar, te voy a hacer una caja de pino».
Sobre las 23:30 horas, cuando la mujer se encontraba en otro bar cercano, el acusado «irrumpió» en él y se dirigió a ella. «Le escupió y la insultó», por lo que unos clientes del establecimiento lo «expulsaron» del lugar. Media hora más tarde, y tras haber regresado la mujer al bar, el procesado apareció nuevamente «con la misma actitud, dirigiéndose a ella con insultos y escupitajos, siendo otra vez expulsado».
El fiscal apunta que entonces el acusado «sumamente contrariado y decidido a hacer efectivas las expresiones que dirigió» a la mujer, fue a su domicilio y cogió de la carbonera una escopeta de aire comprimido, de balines, marca ‘Gamo’, que estaba «en perfecto estado de funcionamiento», era «apta para disparar» y «para la que no se precisa licencia de armas, siendo de tenencia libre». Únicamente se explica que necesita, a efectos administrativos, una tarjeta expedida por la autoridad local.
Ya «con el arma en su poder» y, «a pesar de haber ingerido al menos diez cervezas, fumado dos o tres porros de cannabis y esnifado dos o tres rayas de cocaína», lo que «mermaba considerablemente su capacidad para manejar los mecanismos de dirección, control y frenado de un vehículo» y «aumentaba el tiempo de reacción ante acontecimientos imprevistos en dicha conducción, con pérdida de reflejos y de capacidad visual» este, según él mismo reconoció, condujo su coche pese a tener «sus facultades disminuidas» para ello y, una vez llegó a la altura del bar, se bajó de él dejando el motor en marcha «a fin de favorecer su huida». Una vez allí, con el arma encima, se dirigió a la mujer, que estaba fumando en el exterior de establecimiento y, «con intención de quitarle la vida» le disparó, aunque no llegó a alcanzarla, ya que se apartó hacia la puerta.
En la calle Fruela II de León capital
En ese momento otro hombre la abrió y, «con idéntica intención de matar o al menos habiéndose representado la misma y aceptando esa posibilidad, le espetó otro disparo que le impactó en la zona del abdomen». Varios clientes le arrebataron el arma y el procesado «salió huyendo del lugar de los hechos», tras lo que fue interceptado por agentes de la Policía Local de León. Los hechos tuvieron lugar en la calle Fruela II de León capital y el herido fue un hombre de 52 años que tuvo que ser trasladado en UVI móvil al Complejo Asistencial Universitario de León.
El fiscal subraya que como consecuencia del disparo, el hombre sufrió una herida en el hipocondrio derecho con laceración hepática por el proyectil metálico, que quedó alojado en el hilio hepático. Requirió una primera asistencia médica para la cura de la herida, analgesia y reposo y también tratamiento médico posterior. Tardó en sanar 23 días de los que 18 fueron de perjuicio moderado, tres grave y dos muy grave y, como secuelas, le quedó una cicatriz de 0,5 centímetros en el hipocondrio derecho con un «mínimo perjuicio estético».
En sus conclusiones provisionales la Fiscalía hace hincapié en que «la lesión de las estructuras vasculares descritas pudo haber puesto en peligro la vida del lesionado, ya que el proyectil afectó al hígado, víscera vital, produciendo una laceración en el segmento IV y quedando alojado junto al hilo hepático, que es la zona del hígado por la que entra la vena porta, la arteria hepática, y por la que sale el conducto biliar». Se explica, además, que «la localización del proyectil en una encrucijada vascular desaconsejó la cirugía destinada a la extracción del mismo, por lo que el lesionado va a precisar evaluaciones periódicas para asegurar la no movilización del proyectil y la ausencia o presencia de clínica derivada de la intoxicación crónica por plomo».
Como consecuencia de la atención sanitaria prestada se indica que se han originado gastos al Sacyl por valor de 3.626 euros y que el procesado, a la fecha de los hechos, «no presentaba signos ni síntomas que permitan determinar que tuviera afectadas las bases mentales superiores que sustentaban su conocimiento y voluntad». Por su parte, el Juzgado de Instrucción número 4 de León en funciones de guardia, en fecha 17 de noviembre de 2022, acordó con carácter cautelar «la prisión provisional del ahora procesado, que había sido detenido el mismo día». Sin embargo, el 15 de junio de 2023, la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de León acordó la libertad provisional del procesado previa constitución de una fianza de 3.000 euros, que se hizo efectiva el día 16 de junio de 2023.
Para el fiscal los hechos constituyen dos tentativas de homicidio y un delito contra la seguridad vial por los que considera que procede imponer al acusado la pena de 16 años de cárcel, ocho por cada una de las tentativas de homicidio, y nueve meses de multa por el delito contra la seguridad vial, a razón de nueve euros diarios. A esto añade dos años de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores.
En concepto de responsabilidad civil, considera que el procesado deberá indemnizar al hombre al que disparó en la cantidad mínima de 1.600 euros sin perjuicio de la valoración de las secuelas y a Sacyl en 3.626 euros, el coste de su atención.