La drogadicción, una enfermedad compleja y caracterizada por la búsqueda y el consumo impulsivo de drogas comienza con prácticas consideradas legales y normalizadas, como el consumo de alcohol a edades tempranas y continúa con el consumo de sustancias como el cannabis, una droga cada vez más común entre los menores de 25 años, ya que la ven como algo natural y relajante, pero que, como indica el presidente de la Asociación de Ayuda al Drogodependiente (Aclad), Luis Iglesias «que sea natural no significa que no sea peligrosa».
Los primeros problemas de drogodependencia en España comenzaron en los años 80, cuando la adicción a la heroína hizo aumentar la mortalidad juvenil, situación a la que se unió una mayor demanda de atención sanitaria y un aumento de la delincuencia. «En aquellos años la heroína destrozaba familias, los que la consumían estaban totalmente desestructurados y con apariencia enferma», explica Iglesias, y los compara con los actuales consumidores «actualmente hay un perfil más normalizado, a quienes consumen cannabis apenas se les nota físicamente», indica.
Las diferencias en el consumo varían en función de la edad, ya que entre los más jóvenes triunfan drogas consideradas «blandas», como el cannabis, y a partir de los 25 años predomina el consumo de sustancias como la cocaína. Iglesias recuerda que el alcohol, aunque tenga un consumo normalizado, «también es una droga» e incide en que «no se debe poner el foco únicamente sobre los jóvenes, ya que toda la población tiene una baja percepción del riesgo».
Los problemas generados por el consumo de drogas y el sufrimiento de las familias que lo vivían de cerca, hicieron que en el año 1979 naciera Aclad, una Asociación sin ánimo de lucro integrada dentro de la Plataforma de Entidades de Voluntariado de León que centra su labor de ayuda en cuatro provincias: Palencia, Valladolid, Burgos y León. Entre sus funciones se encuentra la prevención de riesgos entre los jóvenes, la asistencia a los drogodependientes y a sus familias y el apoyo a reclusos, inmigrantes y personas con problemas jurídico-penales. El pasado año atendieron de forma directa a 2.473 personas, 613 en León.
Cuatro programas en León
La Asociación cuenta con diferentes programas dirigidos a colectivos en riesgo de exclusión con el objetivo de promover su bienestar y mejorar su calidad de vida para facilitar su incorporación laboral y social. En León hay cuatro actualmente cuatro programas: Cepn, programa previo a la reinserción del drogodependiente con 142 usuarios; Soad, Servicio de Orientación y Asesoramiento en Juzgados con 58 usuarios; Lua, programa de atención a las personas que ejercen la prostitución con 334 usuarias; y Prisión con 79 usuarios.
Para abordar el problema de la drogodependencia y prestar ayuda a quienes lo necesitan, Aclad cuenta con un equipo multidisciplinar compuesto por médicos, psicólogos, trabajadores y educadores sociales, que abordan íntegramente la problemática asociada desde los ámbitos psicoterapéutico, sanitario, social, laboral y judicial.
A su vez, muchos de sus programas cuentan con voluntarios encargados de labores de apoyo y acompañamiento, como los diez voluntarios del programa Lua y los tres que colaboran en el programa Prisión.
Ahondando en la figura del voluntario, el presidente de la Asociación recalca que «no existe un perfil claro», ya que hay gente muy diferente y de edades variadas, pero sí es cierto que «hay más mujeres». Cuando alguien muestra interés por trabajar como voluntario se le hace una entrevista y, en función de sus intereses, se le asignan tareas de apoyo en uno de los programas de la Asociación.
En el confinamiento
En relación a los meses de confinamiento, el presidente de Acladconsidera que no han servido para que la gente que lleva años consumiendo abandone las drogas, pero sí ha ayudado a quienes tenían adicciones más leves y conscientes. A su vez, la Asociación continuo en todo momento con sus programas de forma online, manteniendo las puertas de sus centros abiertas para dispensar metadona.