Y estas cuestiones fueron precisamente las que comentó en su intervención inicial. «Con estos dos importantes avances, estamos más cerca de la circulación de los trenes-tranvía y su integración completa en la ciudad. Estamos ciertamente satisfechos, no por los tiempos, que ojalá pudieran ser más ágiles después de tantos años de abandono, pero sí al menos de comprometernos a la solución de esta cuestión, en la que estamos insistiendo para cerrar tantos obstáculos como tenía», defendió el ministro.
"No les quiero engañar"
Sin embargo, las dudas llegaron durante el turno de preguntas, tasado y con mayor protagonismo de las referidas a la actualidad nacional. Al requerirle un plazo concreto para la puesta en servicio de los trenes-tranvía, el ministro fue claro. «No les puedo dar una fecha, lo lamento. Podría hacerlo, pero les estaría engañando. Podría hacerlo pensando incluso en que ya vendrá otro que tendrá que asumir la realidad, pero yo no quiero ser así, no les quiero engañar. Es un tema que viene de tiempo», argumentó.Sin embargo, admitió justo a continuación que, igual que ha habido novedades positivas sobre la integración de Feve, «no les quiero ocultar que hay otros problemas». «El plazo para presentar alegaciones a la normativa concluye el 30 de junio. Luego tiene que pasar al Consejo de Estado, posteriormente ya al Consejo de ministros, pero esa tramitación no me preocupa. Me preocupa que tenemos que ver la infraestructura que se ha hecho, el material rodante que tiene que circular por ella y alguna solución que se planteó sobre la posibilidad de establecer autobuses. Podría ser, pero Adif y Renfe tienen que hablar con el alcalde y tratar de llegar a un acuerdo. Si se apuesta por los autobuses, tendríamos que hacer alguna intervención en la infraestructura, porque es material rodante distinto. Si tenemos que pensar en el tren-tranvía, h ay que tener en cuenta la homologación de aquel material que se encargó en su día y que no reúne las condiciones», aseveró.
En definitiva, el ministro destaca los avances en la llegada del tren-tranvía y al mismo tiempo no descarta que finalmente la nueva plataforma de vía estrecha sea utilizada por autobuses eléctricos. Y no de manera provisional, como se había planteado, puesto que Ábalos habla ya de que habría que intervenir en la plataforma si se apostase finalmente por esa opción. «Vamos a trabajar en la tramitación, pero hay elementos que me impiden fijar fechas. Hemos avanzado y lo seguiremos haciendo para que, una vez aprobada la normativa, sean cuestiones técnicas las que haya que resolver. Como en el entorno de Matallana, vamos a ir interviniendo en todo l o que no haya problemas técnicos para resolverlo cuanto antes», concluyó.