Una de las principales vías de San Andrés del Rabanedo cambiará próximamente de imagen y es que el plan anual de reasfaltado del municipio, al que se destinarán 340.418 euros y tiene previsto comenzar el próximo mes de octubre una vez solventados los problemas administrativos que lo detuvieron durante la anterior legislatura con el gobierno del PSOE, traerá importantes novedades para la calle Azorín.
Será esa una de las doce calles incluidas en el proyecto, ya adjudicado, si bien en ella se centrará la principal intervención del mismo ya que no se reducirá únicamente a la mejora del pavimento del tramo más urbanizado de la misma, es decir, desde su inicio en la calle Quevedo hasta la comisaría de Policía del municipio, sino que también se producirá una reorganización de la vía en una novedosa actuación que desde el Ayuntamiento y el nuevo equipo de gobierno de UPL se espera que "guste a los vecinos".
Se trata de un proyecto promovido por los técnicos municipales y la Policía Local, que desde la apertura de la calle Párroco Heriberto Ampudia Caballero (que une la rotonda de los Donantes de Sangre con Malpaso) con dos carriles por sentido, han observado un importante descenso de tráfico en la calle Azorín, proponiéndose una obra de calmado de tráfico que la cambiará considerablemente.
Así, el proyecto del ayuntamiento pasa, esencialmente, por la eliminación del carril derecho de la vía en cada sentido y la implantación de aparcamientos en batería a contramarcha. Así, quedará un carril de tres metros hacia cada sentido y utilizando tanto el aparcamiento actual como el espacio que se ganará, se crearán plazas de aparcamiento marcha atrás en batería de 5 por 2,5 metros que permitirá que aumenten en número respecto a las actuales.
Eliminación de los semáforos
La otra gran medida que se tomará en la calle Azorín es la de la eliminación de los semáforos que ahora mismo regulan la circulación en los cruces de la vía con la calle Anunciata y la calle Francisco Pizarro.
En su lugar, está prevista la implantación de dos glorietas de 20 metros de diámetro exterior y 10 de interior que permitan los cruces. Esta intervención requerirá la demolición de parte de la mediana en el cruce con Anunciata así como la reubicación de esa última farola previa al giro.
Además, la eliminación del carril derecho servirá también para ampliar la zona reservada para peatones frente a la entrada del colegio de las Dominicas.
Los cambios provocarán una reubicación de los contenedores de la calle, que se colocarán aprovechando las ‘islas’ que se generen lo más cerca posible de su lugar actual, mientras lo que no variará serán las paradas de autobús en la calle, que mantendrán su lugar en la misma.
Una obra significativa para el municipio que, a pesar de venir del equipo de gobierno anterior al ser un proyecto de los técnicos municipales y la Policía Local, será la primera gran intervención de la nueva alcaldesa, Ana María Fernández Caurel.