Azucarera "rompe" los acuerdos

Terremoto en el sector de la remolacha. Las turbulencias que en los últimos meses han sacudido a la industriay a los agricultores se han agravado este lunes con el anuncio unilateral de Azucarera Iberia, filial de British Sugar, de rebajar un 25% el precio de la tonelada de raíz para la próxima campaña. El recorte supone seis euros por tonelada, que hasta el momento se pagaba a unos 42 euros, incluidas las ayudas al cultivo y sin contar con los descuentos. La rebaja fue anunciada a las organizaciones agrarias, que mostraron su malestar, hasta el punto de que la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) estudia acciones legales contra Azucarera por la ruptura del Acuerdo Marco Interprofesional (AMI).

Por su parte, Azucarera asegura que la decisión setoma "con el objetivo de garantizar el futuro del cultivo de remolacha y la sostenibilidad de la industria" ante unaspérdidas de 30 millones de euros en los últimos cinco años y otros 40 millonesprevistos para el presente año. Uno de los motivos de estos resultados se encuentra en la fuerte caída de la cotización del azúcar en los mercados mundiales, actualmente en mínimos por la abundancia de existencias. Los representantes de los agricultores responden que "el acuerdo era a cinco años –concluía en 2020–, y que en este periodo la compañía ha tenido ejercicios con beneficios muy generosos, como fue el penúltimo, en el que ganó 28,9 millones de euros", como aseguró Asaja. La OPA abundó en este sentido y consideró que "las empresas serias que invierten en la agroalimentación no lo hacen pensando en recoger grandes beneficios en cortos plazos de tiempo, y lo razonable sería esperar un tiempo para ver la evolución de los mercados".

El anuncio de Azucarera ha hecho "estallar" el sector. Los remolacheros aseguran que con este recorte en el precio el cultivo no es rentable, lo que puede provocar que el abandono del cultivo que se viene registrando en los últimos años en la provincia sea todavía mayor, ya que solo en la última campaña la superficie destinada a la raíz retrocedió un 6%, con menos de 6.000 hectáreas sembradas. Además, los agricultores recuerdan que la climatología de este año ha provocado rendimientos muy bajos con unas pérdidas de unos 500 euros por hectárea, según cuantifica el secretario general de Ugal-UPA, Matías Llorente, quien ya ‘rompió’ con Azucarera la pasada campaña y contrató 580 hectáreas de Ucogal con la Cooperativa Acor, que mantiene el precio fijado.

En lo referente al empleo de la parte industrial y auxiliar, desde UPA consideran que "se pone en peligro el presente y futuro de las fábricas remolacheras asentadas en nuestro país, de los propios productores, y de numerosos puestos de trabajo directos e indirectos". En León afecta directamente a la planta de La Bañeza, que ya ha sido castigada por la meteorología y por primera vez en su historia no ha podido abrir dentro del año natural. En este sentido, UPA criticó que "lejos de mantener, fortalecer y mejorar la funcionalidad y productividad de estas tres plantas industriales, se dinamita definitivamente el futuro de un sector productor como el español, que ha sido puntero en la productividad y profesionalidad en el conjunto de la UE".

En esta línea, el consejero delegado de Azucarera, Juan Luis Rivero, ratificó que "está en juego la viabilidad de un sector que emplea a más de 4.000 personas entre trabajadores de Azucarera y agricultores en toda España". La compañía anunció también "un complemento vinculado al precio del azúcar que negociará con las organizaciones agrarias", sin definir por el momento la posible cuantía.

A la espera de la contratación para la próxima campaña, el momento por el que atraviesa la remolacha es desde ayer un poco más amargo.