Lleva cinco años al frente de la Federación Rey Ordoño, que aglutina a 24 asociaciones vecinales de los barrios de León y, durante este tiempo, Javier García Argüello ha impulsado un movimiento vecinal que tiene buena salud en estos momentos, gracias también a los 25.000 euros anuales que las arcas municipales otorgan a la Federación. Un dinero que permite trasladar al Ayuntamiento las necesidades que tienen los barrios, así como organizar fiestas, encuentros y actividades culturales, para que todas las zonas y pedanías de ‘extramuros’ de León tengan mucha más vida.
– Durante estos años al frente de la Federación, han pasado cuatro concejales de Participación Ciudadana por el Ayuntamiento. ¿Cuál es la relación con el responsable actual, Álvaro Pola?
– Es muy buena. El cambio de concejal nos ha beneficiado mucho, porque Álvaro Pola en el anterior mandato estuvo de coordinador de barrios y era el que nos sacaba todos los problemas adelante. Con el anterior concejal – Nicanor Pastrana – no tuvimos muy buena sintonía y la relación con él fue bastante mala. Ahora sí que tenemos mejores relaciones.
"Con Pastrana no tuvimos muy buena relación, pero ahora sí, porque Pola sí que coordina los barrios"
– Desde el Ayuntamiento de León hablan siempre de "impulsar el municipalismo". ¿En qué se traduce esto?
– ¿Qué es el municipalismo? Porque yo todavía no lo sé. Pastrana se quiso inventar el municipalismo y que él era el más demócrata. Entonces todos los demás no sé qué es lo que habíamos estado haciendo aquí 40 años. Yo llevo en el movimiento vecinal muchísimos años, porque mi familia fundó la Asociación de Vecinos León Típico, que es la más antigua – 1973 – y era una asociación de comerciantes y vecinos en torno a la Plaza Mayor. Una vez que nos fuimos a vivir a Las Ventas, entramos como socios en la Asociación de Vecinos de Mariano Andrés, de la que ahora soy presidente. Así que me hacéis una pregunta que no sé responder, ¿qué es el municipalismo? Nosotros llevamos 40 años trabajando.
– ¿Quizá es que la administración esté lo más cercana posible al ciudadano y a los problemas del día a día?
– Pero siempre hemos estado. El Ayuntamiento nunca ha estado cerrado ni a las asociaciones de vecinos ni a los propios vecinos de los barrios. De hecho, en algunos casos, las peticiones de las asociaciones o de los vecinos han sido contrarias, porque la asociación de un barrio decidía donde iban a ir los bancos de una calle, por ejemplo. Luego llegaban los vecinos y no les gustaba, porque el banco había quedado demasiado lejos de su casa y conseguían del Ayuntamiento dos o tres bancos a mayores colocados a la puerta de su casa. El Ayuntamiento siempre ha estado abierto. Cuando el anterior concejal se dedicó a hacer aquellas jornadas por los barrios a las que asistían tres o cuatro personas, no consiguió atraer nada. Lo que tenía que haber hecho es pisar la calle de verdad, como está haciendo el concejal actual o en su momento lo hizo Eduardo Tocino o Marta Mejías. Acercarse a los barrios y no en la víspera de las elecciones, que es cuando nos llaman todos. Pues habéis tenido cuatro años para venir a visitarnos. Ahora, el municipalismo de Álvaro sigue la línea que habíamos tenido con los anteriores, visitando y trayendo actividades a los barrios.
"La ronda interior se queda a medias y creo que va a ser un parche porque hay casas que están aún habitadas"
– Esta semana han comenzado las obras en la ronda interior, que afectan al entorno del Espolón y Mariano Andrés. ¿Qué valoración hace del proyecto?
– Es una obra que llevamos demandando muchísimos años, que beneficiará a los vecinos de La Palomera, Espolón, San Mamés y Las Ventas, porque se supone que va a dar una continuidad a la ronda interior. Es cierto que se ha quedado un poco a medias, porque la idea es que fuera una arteria de verdad que evacuara el tráfico del norte hacia el este pero, teniendo en cuenta que todavía no se han derribado las casas entre Alfonso Justiciero y Fernando I, creo que va a ser un ‘parche’. Vale que hay que empezar por algún sitio las obras porque hay un dinero que hay que ejecutar, pero todavía hay casas que están habitadas y eso lleva un trámite, no van a ir mañana las excavadoras a tirarlas.
– Cuando se habla de política municipal, siempre salen a relucir las diferencias en las inversiones que se hacen en el centro con respecto a los barrios. Ahora mismo, ¿qué es lo que demandan los barrios de León?
– Hay una serie de cuestiones o deficiencias comunes y eso quedó constatado en la reunión que tuvimos las asociaciones con el equipo de gobierno hace unas semanas. Sin duda, el alumbrado, porque hay zonas donde es bastante deficiente. El alumbrado que había era óptimo y, con el cambio de sistema, han quedado zonas con muy mal estado de luz. También esos problemas comunes pasan por un mantenimiento de infraestructuras, como aceras y calzadas, la limpieza y el mantenimiento de las zonas verdes. Los barrios no demandamos tanto grandes obras, que sí que se necesitan en el caso de Armunia, porque las aceras están hechas una porquería o en algunos sitios no hay ni aceras. Pero otros barrios como Las Ventas, La Inmaculada, San Mamés, El Ejido o Puente Castro no demandan tanto grandes obras, sino que se mantengan las aceras en condiciones óptimas, que los hierbajos se limpien y un mantenimiento de la ciudad, que es lo que llevamos pidiendo a los distintos equipos de gobierno durante muchos años. Nos parece muy bien que ahora se haga una inversión en arreglar la calle Felipe Sánchez en La Palomera, una calle que ha quedado impecable. Pero, ¿eso se traduce en que la calle se mantendrá en un estado de mantenimiento óptimo durante los próximos años? ¿O queda eso ahí y después de que pasan dos años la vemos con baldosas que se mueven, con suciedad y con bancos deteriorados? Ese es el problema que vemos que en esta ciudad no se lleva adelante. En los barrios – aunque en el centro tampoco – no vemos esa supuesta empresa que se encarga del mantenimiento.
"Fuera del centro de León no vemos que llegue la empresa que se encarga de ese mantenimiento"
– Respecto a las calles franquistas que hay en la ciudad, el Ayuntamiento alega que no hay consenso entre los vecinos para cambiar las placas por las dificultades que genera el cambio de nombre. ¿Esto es así?
– Desde algún partido político sí que nos ha llegado que hagamos algún tipo de presión, pero nosotros no vamos a presionar algo en contra de los vecinos. Sí que se han cambiado esas nomenclaturas en las pedanías de Trobajo del Cerecedo y Oteruelo y no hubo ningún problema. Quizás, hay que cambiar las calles más contrarias a la Ley de Memoria Histórica y otras hay que tocarlas menos. Quiero decir, se hablaba en su momento de la calle Fernández Ladreda, que implica una serie de problemas por el número de viviendas, pero en Armunia es mucho más fácil de consensuar con los vecinos y se podría recuperar los nombres antiguos de las calles de Armunia, previos a 1936. Desde la propia Federación, en la glorieta y avenida Carlos Pinilla, sí que se ha pedido al Ayuntamiento que se ponga el nombre de una de las personas que fundaron el movimiento vecinal de León, que fue Antonio Pastor, fundador de la Asociación de Vecinos de Quevedo, de la Federación Rey Ordoño y confundador de Cavecal. No nos han dicho ni que sí ni que no, pero son muy reacios a ese cambio por los problemas que causa al vecindario. Yo llevé una lista con una serie de datos de los inmuebles de varias de las calles con nomenclatura franquista, así que los argumentos son más bien otros, que no se cambian o que da mucha pereza hacerlo.
– La Federación Rey Ordoño forma parte de Cavecal, Confederación de Castilla y León. ¿Cómo está el movimiento vecinal en León respecto al resto de la comunidad?
– Ahora soy el vicepresidente de Cavecal y hemos estado reunidos el pasado sábado preparando un consejo territorial para noviembre. Ahora mismo en Castilla y León, las ciudades con más movimiento vecinal son Valladolid, Salamanca y León. Son las que más peso tienen en la Confederación, porque estamos mejor organizados, porque tenemos más vida, porque hay un dinamismo que, por ejemplo, Zamora, Palencia o Burgos no tienen. Este año, a través de una subvención de la Junta, se convocó contrataciones para las federaciones vecinales y las únicas que pedimos trabajadores fuimos Valladolid, Salamanca y León. El resto de federaciones consideraron que no podían generar una actividad para ese trabajador. Se ha vuelto a pedir para que lo tengamos también el año que viene, pero no todas las federaciones lo solicitarán porque en sitios comoSegovia o Burgos no hay relevo generacional. Tienen un tejido asociativo importante pero con poca actividad. Ellos se quedan un poco asombrados con lo que hacemos aquí en León, sí es verdad que con una subvención del Ayuntamiento de León gracias a un convenio que firmamos todos los años, y que gracias a ese convenio sacamos adelante un montón de actividades, más la línea de subvenciones y el apoyo de los socios que tienen las asociaciones y la imaginación que le echamos, pues con pocos recursos económicos conseguimos sacar algo adelante.
– ¿En el movimiento vecinal de León sí hay relevo generacional?
– Sí, y además tenemos asociaciones que tienen mucho dinamismo y tienen gente joven, como La Lastra, Carbajal o San Pedro de la Serna. Luego ya estamos los que no somos ni jóvenes ni viejos, como Mariano Andrés o El Espolón. Van a tener más problemas otras asociaciones, como el caso de Quevedo, donde tienen un importante número de socios, pero principalmente son gente mayor. La vicepresidenta tiene 89 años, es una señora muy activa, pero es que en la zona de El Crucero no entra gente joven. Este barrio es una zona de inmigrantes y no se integran en la asociación de vecinos del barrio. Crean sus propias asociaciones, que me parece perfecto, pero luego no colaboran ni interactúan con la asociación del barrio, que al final es una asociación generalista, que no es religiosa, ni cultural, ni política, donde tiene cabida todo el mundo. Lógicamente en una organización religiosa o una cofradía de Semana Santa no entra un musulmán, pero un musulmán sí entra en una asociación de vecinos y el párroco de la iglesia también. Pero mayoritariamente, tenemos un buen estado de salud.
"El Ayuntamiento no quiere llevar las fiestas a los barrios y, al final, las externaliza de alguna manera en nosotros"
– Acabamos de pasar las fiestas de San Froilán, un ejemplo de que casi toda la actividad se queda en el centro de León. ¿Son también la prueba de que los vecinos tenéis que asumir buena parte del trabajo al que no llegan las instituciones?
– Nosotros intentamos rescatar o recrear una serie de tradiciones y buscar nuestro hueco en las fiestas de San Froilán, como la representación de las 100 doncellas. Y efectivamente, también en las fiestas de San Juan, el Ayuntamiento centraliza las actividades en la parte central de la ciudad y Eras de Renueva, algunos barrios se quedan sin ningún tipo de fiesta. Este año La Lastra consiguió que fueran los cabezudos y ese día prepararon una fiesta por la tarde. Eso es lo que intentamos con el convenio económico del Ayuntamiento: llegar a barrios donde no lleva absolutamente nada, como Las Ventas, con una tarde festiva, Armunia, con su noche de San Juan particular de la asociación Juan Nuevo o la fiesta del otoño el pasado fin de semana, Oteruelo, donde hicimos una fiesta de verano con gran éxito de público y ahora estamos preparando una ‘noche de terror’ con la asociación Mirador de Oteruelo. Así vamos llegando a muchos sitios a través del movimiento asociativo porque el Ayuntamiento no quiere llegar a los barrios o prefiere concentrar en San Marcelo, Plaza Mayor y Eras de Renueva. La Federación tenemos un papel importante a la hora de dinamizar barrios, porque el Ayuntamiento externaliza, por decirlo de alguna manera, esas actividades con nosotros. La diferencia a hacerlo con una empresa es que nosotros no tenemos ningún tipode lucro ni beneficio empresarial, se contacta directamente con el que hace el espectáculo que sea. También en Navidad, organizamos los carteros reales o la carroza de Gaspar, que nos la cede el Ayuntamiento y la llenamos con niños y niñas de las asociaciones de vecinos de los distintos barrios.
– Además de presidente vecinal, es también hermano mayor de la Cofradía del Desenclavo. ¿Qué papel juegan en el impulso de los barrios las cofradías y las parroquias?
– En muchos barrios juegan un papel muy importante. Por ejemplo, el caso de Santa Marina, con el Desenclavo, y El Ejido, con Jesús Divino Obrero. Las dos colaboran activamente en las actividades que desarrollan las asociaciones de vecinos. La parroquia de Santa Marina cede las instalaciones para que sean sede de las dos asociaciones del barrio, Espolón y Santa Marina. Hay una colaboración de la asociación de Jesús Divino Obrero a través de Cáritas, recogida de alimentos... En San Pedro la Serna, también tiene la parroquia una importante labor y con el nuevo párroco, se cede un local a la asociación, pues algunas no tienen sede y es difícil que te faciliten un local. En Armunia, la asociaciones Juan Nuevo y San Antonio de Padua también colaboran con la parroquia. A veces me dicen que somos los mismos, porque estamos ahí en la parroquia, en la cofradía y en las asociaciones de vecinos. Pero esto es porque la gente aquí en León es muy reacia a tomar las riendas de las asociaciones.
– ¿Qué retos se marca en los dos años que le quedan como responsable de la Federación Rey Ordoño?
– Vamos a intentar mantener lo que tenemos, que no es poco. Sí que es verdad que en los últimos años se ha dado un cambio respecto a lo que se hacía hace años, cuando no teníamos los recursos económicos de ahora y si queríamos hacer algo teníamos que ir a llorar por las instituciones y las empresas para conseguir algo. Ahora, con los 25.000 euros anuales que desde el Ayuntamiento se aportan, tenemos un colchón para poder hacer algo. Retos, pues intentaremos conseguir otro trabajador quecontinúe el programa que estuvo este año y hacer charlas informativas o actos culturales y formativos, para que no todo sean bailes y jornadas de convivencia, que también mantendremos. Todo dependerá del dinero que tengamos.
"Nuestras fiestas permiten que mucha gente mayor que está sola salga a la calle y así se dinamiza un barrio"
– Si alguien quiere participar de su asociación de barrio, ¿qué es lo que tiene que hacer?
– En la web de la Federación Rey Ordoño está el contacto de las 24 asociaciones vecinales. Y luego las actividades de cada asociación, que sirven muchas veces para la captación de asociados o para publicitar lo que hacemos. Ahí es donde pueden aprovechar las asociaciones para presentarse a los vecinos. Un ejemplo de esto es La Lastra, que consiguió con su última actividad un buen número de socios. Las fiestas que hacemos, además de sacar a la calle a la gente y sobre todo a la gente mayor – importantísimo después de la pandemia – para que vuelvan a tener un contacto social, con sus vecinos, también permiten captar a la gente para que sepan lo que hacemos y cómo nos organizamos. A veces es importantísimo ese chocolate con churros, porque en León hay mucha gente sola, mayor y a veces no tan mayor, y les das la vida.