Según la tradición bíblica, después de 40 días con sus 40 noches de fuertes lluvias, Noé liberó una paloma desde su arca. Desde entonces, este animal se convirtió en el símbolo más universal de la paz. Salvando las distancias con el diluvio universal, el temporal de lluvia de los últimos días en León, incluso de primeras horas de la mañana de este jueves, remitió por un rato para que los alumnos de Carmelitas pudieran llevar a la plaza de Regla sus propias palomas con buenos deseos y mensajes para construir un mundo más pacífico.
Como cada 30 de enero, los niños y niñas leoneses han vuelto a celebrar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz. En el caso de estos alumnos del Colegio Nuestra Señora del Carmen, desde Infantil hasta Bachillerato, han hecho un alto en su actividad habitual en el aula para abrazar a la Catedral de León, simbolizando la solidaridad y el respeto "entre todos los hombres con sus particularidades y diferencias".
Los escolares han querido lanzar así su particular bendición 'urbi et orbi', 'Para la ciudad de León y para el mundo'. En un planeta que parece empeñado en seguir rescatando viejas rencillas y en iniciar absurdos conflictos bélicos, este sentido abrazo de la infancia se antoja como más necesario que nunca.