«El coste del bombeo para retornar el agua a León es de 18 o 20 millones, parece mucho dinero, pero es la cuarta parte de lo que costó un kilómetro de la Variante; cada kilómetro de Variante salió por 80 millones», «el problema de la pérdida del agua afecta a todo el Duero, se podría decir que es un conflicto internacional», «esto no puede quedar así», «debéis exigir una indemnización millonaria porque tenéis derecho a ella y el futuro de la comarca podría cambiar radicalmente», «os lo han reconocido, ya lo ha publicado el BOE, pero tenéis que exigirlo porque nadie va a venir a ejecutar la sentencia, a daros las indemnizaciones a casa».
Son algunas de las frases que se pronunciaron hace unos días en un encuentro celebrado en el Hogar del Pensionista de Villamanín, organizado por la asociación cultural Lacerta, y al que acudió como invitado el catedrático de la ULE Carlos González Antón, presidente de la Asociación de Entidades Menores (Juntas Vecinales), abogado especializado en Derecho ambiental y gran conocedor de la problemática ambiental que acarreó la construcción de la costosa Variante de Pajares y el problema del agua que se fue hacia Asturias. «En la actualidad se está perdiendo una cantidad media de 319 litros por segundo, un agua que están pidiendo los agricultores, los polígonos industriales, etc, pero que sobre todo ha causado daños irreparables en estas comarcas del Alto Bernesga, como bien sabéis vosotros que los estáis sufriendo desde hace unos cuantos años».
Un representante de los ganaderos, Arsenio Rodríguez, explicó como uno de los ejemplos muy claros para entender la realidad de estas pérdidas, «que han desaparecido 13 manantiales que todos conocimos, en los que bebían nuestros ganados». Y González Antón adelantó asimismo otro problema que requiere un análisis en profundidad y medidas correctoras: la concentración parcelaria. «Se realizó con muchas fincas catalogadas entonces de regadío y realmente han quedado de secano, se sigue pagando impuestos por ellas como de regadío. Eso también hay que corregirlo y compensarlo».
Recordó González Antón que la Asociación Lacerta, que también es la que había convocado este encuentro, tuvo mucho que ver con el origen de esta nueva situación de reconocimiento de los derechos que asisten a los vecinos de la Tercia, gravemente perjudicados, especialmente los pueblos que se quedaron sin agua, los ganaderos y el medio ambiente en general. «Ellos fueron, una modesta asociación cultural, los que se embarcaron en este proyecto y así se les reconoce, estando ellos –junto a la Asociación de Entidades Menores– en la Mesa de Seguimiento, que aún no se ha convocado pues, como en las ayudas compensatorias, no van a venir a traérnoslas a casa, hay que exigirlas».
«Y un primer paso es esta reunión», explicó Rosa Arias, representante de Lacerta en la reunión, que pudo constatar cómo la mayoría de los asistentes desconocían los derechos «que ya se han reconocido en sentencia y figuran, negro sobre blanco, en el repetido BOE de 9 de mayo de 2023» pero que, como repitió González Antón «hay que exigir porque nadie va a venir a traernos nada; es más, algunos, como el Ministerio, le están dando largas a ver si pasa».
Destacó González Antón el papel de Lacerta, una modesta asociación cultural que nunca abandonó la defensa de los derechos de los vecinos de La Tercia y la defensa del medio ambiente. «No hay que olvidar que la obra de los túneles de Pajares afecta a todo el Duero, lo que la convierte en un conflicto internacional. Lacerta pidió que se revisara la declaración de impacto, que ya era de 2001 y no preveía este impacto porque pasaba subterráneo, pero no era así. Por otra parte, el propio Ministerio reconoció que Adif no enviaba los informes semestrales... Todo ello desembocó en la aparición en el BOE, el año pasado, cuando el Ministerio publica la orden que corrija los defectos formales anteriores».
En este documento también se contemplan las medidas correctoras de algunas de las situaciones provocadas por la gigantesca obra. El representante de los ganaderos recordó que «han desaparecido, cuando menos, trece manantiales que eran fundamentales para el campo y para nuestra ganadería», a lo que González Antón explicó que «nos tendrán que proponer las alternativas, las medidas correctoras a esta situación, es su obligación y así está contemplado en el ya repetido BOE. Si se han cargado manantiales igual tienen que hacer unas pequeñas lagunas, abordar un proyecto de regeneración ». Añadió que no era algo imposible y recordó que, por ejemplo, para revertir el agua que se fue por los túneles, que parece la obra más complicada, ya se han planteado dos subalternativas: «Una sería almacenarla en el embalse de Casares, incluso generar energía y por tanto riqueza; y la otra el retorno a través de la rampa de Pajares». Remató con algunas reflexiones contundentes. De un lado recordar que «nadie es pequeño y esta batalla se mantuvo a través de Lacerta y la Asociación de Entidades Menores que, por cierto, el BOE explicita que deben estar en la Comisión de Seguimiento, que aún no se ha creado, otra cosa que habrá que exigir, no van a venir ellos a crearla».
No dudó en animarles a unirse y «exigir una inversión millonaria a la que tenéis derecho y os lo han reconocido. Creo que no debéis dejarlo caer en saco roto porque daría la vuelta al futuro del municipio y la comarca», señaló González Antón en el cierre de su intervención.
Lacerta convocará en septiembre
Había optimismo en Lacerta después de la reunión. «Al menos han conocido la realidad de la nueva situación que, como han reconocido, no conocían» y, cogiendo el guante lanzado de la unidad de acción, anuncian que «en septiembre iremos informando a todos los afectados y después nos pondremos en marcha para, como explicó González Antón, exigir lo que nos corresponde».