Era la cuarta vez que ocurría y supuso un nuevo sobresalto para los vecinos del barrio de La Palomera. La casa en ruinas y okupada que se mantiene en pie en la calle Los Osoriosardió de nuevo el pasado viernes y eso recrudeció las quejas entre quienes viven en sus inmediaciones. Los hechos ocurrieron pasadas las once de la noche y al lugar de los hechos se desplazaron tres camiones y nueve efectivos de los Bomberos de León para sofocar unas llamas que salían por las ventanas e incluso por la cubierta del inmueble, que fue declarado en estado de ruina económica –cuando el coste de las obras necesarias para su rehabilitación es superior a la mitad del valor actual, incluyendo el terreno– por parte del Ayuntamiento. Sin embargo, todavía se está a la espera de que la propiedad, que está actualmente en manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), proceda finalmente a su demolición.
Este punto se ha convertido durante los últimos años en un importante foco de insalubridad debido al estado de abandono de esta vivienda (y de otras dos cercanas que ya fueron demolidas en su día) pese a que habitualmente está okupada por un artista y su perra. Además, es frecuente ver a personas consumiendo droga en sus inmediaciones.
Tras este cuarto incendio, el concejal de Participación Ciudadana, Bomberos y Protección Civil, Álvaro Pola, encargó un informe técnico sobre la actuación llevada a cabo el pasado viernes, que se sumaba a las registradas en febrero, junio y octubre de 2022. En esta última, los Bomberos tuvieron incluso que rescatar a la perra del artista que okupa habitualmente la vivienda, puesto que se había quedado encerrada en su interior.
Dicho informe –rubricado por el oficial superior del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de León– deja caro en primer lugar que el foco del incendio se localizó en la planta baja del inmueble (semisótano). Además, destaca las dificultades que tuvieron los efectivos de los Bomberos de León para acceder al interior y apagar las llamas del foco del incendio "debido a la gran cantidad de enseres acumulados". Una vez logrado este objetivo, se procedió ala revisión de la primera planta con el fin de extinguir los focos propagados. "Se observa también una comunicación estructural entre la primera planta y el bajocubierta de madera debido al mal estado del edificio, lo que favoreció la propagación a la parte superior", agrega el informe antes de señalar que finalmente se extinguieron las llamas de los focos propagados y se procedió a la ventilación del edificio.
El documento especifica además que los daños registrados tras el incendio se centran en la cubierta y en la combustión del material almacenado en las dependencias del edificio, que "se encuentran en un estado de higiene lamentable".
En cuanto a las causas de estos incendios, el informe considera están provocados por las "practicas inadecuadas de climatización" que se atribuyen a la "ocupación ilegal" del edificio. "Los moradores acumulan gran cantidad de enseres en su interior, muchos de ellos productos combustibles como colchones, basuras e incluso bombonas de butano que generan un gran peligro en caso de que se produzca un incendio en su interior", agrega el oficial superior del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de León.
Es por eso que toda esta acumulación de material –junto a la ventilación natural que ofrece el edificio por los daños estructurales generados por los diferentes incendios– "puede favorecer el desarrollo del fuego con gran carga de intensidad que pudiera afectar a las viviendas colindantes y suponer un peligro para la población que habita en las inmediaciones e incluso para los viandantes, puesto que se trata de una zona muy concurrida".
Es por eso que en el informe se solicita que se tomen las "medidas necesarias" para favorecer la "erradicación del problema incluso mediante la demolición del propio edificio de forma urgente en caso de que procediera, a fin de no lamentar males mayores que los registrados hasta la fecha". "Estuvieron presentes en la zona efectivos de la Policía Local que, junto al mando de servicio de los Bomberos, advirtieron al morador que por seguridad no debe permanecer en el interior de la vivienda una vez extinguido el incendio", señala el informe antes de reflejar finalmente su negativa a hacer caso a las indicaciones recibidas.
Es preciso recordar que se trata de la última vivienda en ruinas que había en la zona, ya que hace un año se había demolido la que estaba a su lado y en enero de 2021 se había hecho lo propio con otra en la plaza Padre Severino Ibáñez, que está en la confluencia de la avenida San Juan de Sahagún con la calle Los Osorios.
Tras el incendio del viernes, el concejal de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de León, Luis Miguel García Copete, explicó que ya se ha aprobado la licencia para demoler la vivienda y que se están realizando los trámites para constituir la junta de compensación de un sector urbanístico en el que se prevén dos parcelas para sendos edificios y una calle que conecte Padre Getino con Los Osorios.
En caso de que ahora se declare definitivamente la ruina inminente del edificio, se procedería a su desalojo y a requerir su demolición por parte de la Sareb, pero sin descartar la ejecución subsidiaria si la operación se demorase. En cualquier caso, García Copete asegura finalmente que el ‘banco malo’ lleva tiempo esperando a que la vivienda quede vacía para derribarla. Cabe señalar que, hace un año, cuando se tiró la vivienda aledaña, se dio un plazo de tres semanas al artista que la tiene okupada para abandonarla, algo que no ha ocurrido todavía.