Bruselas prepara un nuevo paquete de ayudas para hacer frente a la crisis del sector lácteo

La Comisión Europea avanzó este lunes que propondrá un nuevo paquete de medidas financieras para hacer frente a la crisis láctea que padecen los estados miembros. Así lo anunció el comisario de Agricultura, Phil Hogan, en un encuentro en Luxemburgo con los ministros del ramo.

El comisario admitió que si bien propondrá un nuevo paquete de medidas, lo cierto es que los estados “sólo han utilizado un 60 por ciento del total de la ayuda de 500 millones” anunciado en septiembre. “A pesar de las amplias medidas tomadas durante el año pasado, la situación del mercado -lácteo- es muy débil”, lamentó Hogan.

“Por ello, creemos que es necesario que una nueva ayuda para el sector está justificada y estoy trabajando en ello”, dijo, para agregar que “la Comisión está trabajando en una paquete de ayudas para el sector lácteo, con más recursos financieros si es necesario, y creo espero poder presentar en el próximo consejo de julio”. Además, indicó que están analizando "todas las opciones disponibles para volver a equilibrar el sector lácteo”.

Bruselas empieza a estudiar esta posibilidad tras la petición de todos los estados miembros, porque la situación sigue siendo “preocupante” y ni las medidas emprendidas en septiembre como en marzo han surtido un efecto positivo en los mercados. “A pesar de estas medidas, la crisis en los sectores lácteo y porcino continúa debido a los desequilibrios entre la oferta y la demanda”, sopesó el ministros de agricultura holandés, Martijn Van Dam, país que ostenta la presidencia rotatoria de la UE.

“El Consejo cree que es necesario acordar cuanto antes un paquete financiero adicional y urge a la Comisión a presentar este paquete en julio. El comisario Hogan ha dicho que estará sobre la mesa”, añadió. En este sentido, los ministros coinciden en que Bruselas debe tomar medidas para “estabilizar o reducir estructuralmente” la producción en el sector lácteo, dar apoyo financiero y reducir la oferta “dando flexibilidad a los estados miembros para ayudas directas”.