La Asociación para la Recuperación de la Vaca Mantequera Leonesa, Armale, el viernes 29 de noviembre se reunió en el restaurante Bodega el Capricho en Jiménez de Jamuz para participar en la degustación de un buey con más de siete años y con un peso de 625 kilos de canal.
Este acto constituye un hito en la recuperación de esta raza autóctona de la provincia de León, iniciando así, en el mejor de los escenarios posibles, lo que se espera sea el comienzo de la comercialización de la excelente carne de esta raza.
Aunque el principal objetivo de la asociación sigue siendo la recuperación, selección y mejora de la raza, para el que cuenta con la dirección y la colaboración del Centro de Reproducción y Selección Animal (Censyra) de la Junta de Castilla y León, lleva a cabo además otros proyectos con diferentes organismos. Con Parques Nacionales cogestiona un convenio dedicado a la búsqueda de modelos que compatibilicen la gestión de rebaños de vacuno en espacios protegidos y de alto valor biológico o la sustitución de medicamentos incompatibles con la calidad medioambiental, como la Ivermectina.
El ejemplar de buey degustado, de nombre Artillero, se crío entre los pastos de invierno de la Sobarriba y los puertos de la montaña de Luna en verano, y José Gordón finalizó el proceso cebando al ejemplar con el esmero y experiencia que le caracterizan y añadiendo más de tres meses de curación en la Bodega El Capricho. El resultado ha sido una experiencia que abre un futuro esperanzador para la Raza Mantequera Leonesa.
Como broche final tuvimos la satisfacción de abrir una botella de Cogñac muy especial que la asociación atesoraba para este momento, con más de medio siglo de antigüedad, etiquetada por Mantequerías Leonesas y con la firma de César Rubio. Este detalle simbolizaba el encuentro de los pioneros con los ahora responsables del futuro de la raza.